Donald Trump aterrizó este martes en La Haya para participar de la cumbre de la OTAN con un mensaje claro: quiere que los países miembros aumenten su gasto en defensa hasta un 5% del PBI antes de 2035. Envalentonado por su rol en el reciente alto el fuego entre Israel e Irán, el presidente estadounidense advirtió que Estados Unidos podría no responder ante un ataque si el país afectado no cumple con su parte.

"Depende de su definición. Hay muchas formas de definir el artículo 5", declaró Trump en alusión al principio clave de defensa mutua de la OTAN, abriendo la puerta a un posible retiro de compromisos si los miembros no incrementan su aporte económico.

España en el centro de la polémica

El foco de las críticas fue España. Trump se mostró especialmente molesto con el gobierno de Pedro Sánchez, que confirmó que solo llevará el gasto de defensa al 2,1%, muy lejos del 5% exigido por Washington. "España no está de acuerdo, lo cual es muy injusto para el resto de la alianza", lanzó el presidente desde el Air Force One.

El gobierno español argumentó que un aumento tan drástico implicaría recortes en el gasto social y suba de impuestos. Además, sus socios internos de coalición se oponen a destinar más fondos al área militar.

Alemania apoya, pero toma distancia

Desde Berlín, el canciller Friedrich Merz respaldó la idea de reforzar el gasto militar, aunque aclaró: "No estamos haciendo esto para contentar a Estados Unidos, sino porque Rusia es una amenaza real". Alemania no confirmó aún si alcanzará el 5%, pero reconoce la necesidad de mayores inversiones tras la invasión rusa a Ucrania.

¿Qué se propone con el 5%?

La propuesta de Trump no se limita solo a armamento: el nuevo objetivo contempla un 3,5% del PBI para defensa estricta y un 1,5% para áreas vinculadas como ciberseguridad, infraestructura estratégica y protección de fronteras. Actualmente, el promedio de gasto en defensa entre los países europeos y Canadá es del 2%.

Aunque el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, felicitó públicamente a Trump por su liderazgo y aseguró que "Europa pagará a lo GRANDE", persisten dudas sobre cómo se aplicará el nuevo compromiso, especialmente en países como España, que reclama "flexibilidad" en el cumplimiento de la meta.