Tensión entre LLA y Pro: se demora el acuerdo electoral en Buenos Aires

A días del cierre de alianzas, los intendentes del Pro reclaman garantías para mantener el control en sus municipios, mientras los libertarios dilatan definiciones clave.

Faltan apenas dos semanas para la fecha límite de inscripción de frentes electorales en la provincia de Buenos Aires y el entendimiento entre La Libertad Avanza (LLA) y el Pro todavía está lejos de concretarse. Este martes, una nueva reunión entre Sebastián Pareja (referente bonaerense de LLA) y Cristian Ritondo (titular del Pro en la provincia) busca destrabar el conflicto, aunque las diferencias persisten.

El encuentro se realizará en las oficinas del diputado Diego Santilli en Palermo, con la presencia del intendente marplatense Guillermo Montenegro. El foco estará puesto en definir las condiciones básicas para una eventual alianza, pero el reloj corre y las tensiones crecen, especialmente entre los jefes comunales amarillos que exigen conservar la lapicera en sus distritos.

Intendentes del Pro, en alerta por el reparto del poder

Entre los intendentes del Pro, hay una demanda central: que se respete la autoridad territorial para armar las listas locales. En concreto, piden que cada municipio donde gobierna el Pro tenga autonomía para definir sus concejales, con un apoderado del partido en la alianza que garantice esa potestad. "Se pide lo básico. Nadie está discutiendo los colores de la boleta, pero sí que se respete el territorio", explicó un colaborador de uno de los intendentes.

La falta de señales claras por parte de los libertarios generó inquietud. Según trascendió, la mayoría de los jefes comunales expresaron su preocupación en una reunión virtual esta semana, acusando a LLA de demorar las definiciones y evitar ceder terreno político.

Detrás de esta pulseada aparecen nombres clave del Pro como Pablo Petrecca (Junín), María José Gentile (9 de Julio) y Javier Martínez (Pergamino), quienes denuncian una estrategia libertaria para disputarles el poder local en lugar de avanzar hacia un pacto sólido.

Tres figuras, tres estrategias

En medio del tira y afloja, Cristian Ritondo busca equilibrar intereses: debe contener a los intendentes alineados con Mauricio Macri, acercar posiciones con los armadores de LLA y evitar una ruptura que podría derivar en candidaturas vecinalistas, como ya ocurrió con Santiago Passaglia en San Nicolás.

Diego Santilli, por su parte, apuesta a capitalizar su buena imagen en las encuestas. Aunque su intención era encabezar la boleta de octubre, hoy aparece como una opción para liderar la primera sección electoral, un territorio clave por su peso demográfico. Sin embargo, su aspiración real pasa por un cargo ejecutivo, más que por una banca legislativa.

Guillermo Montenegro tiene un vínculo más fluido con los libertarios y no descarta encabezar la lista en la quinta sección electoral, donde Mar del Plata funciona como ancla de peso. Algunos sectores del oficialismo incluso lo proyectan como figura del Ejecutivo.

El riesgo de llegar tarde

El acuerdo entre el Pro y LLA es visto como el paso previo indispensable para sumar a otros actores, especialmente al radicalismo bonaerense que responde a Maximiliano Abad. Pero para que eso ocurra, es imprescindible que haya un pacto jurídico claro, con representación formal de cada partido y garantías de gobernabilidad en los distritos.

Sin definiciones concretas, cualquier gesto de "buena voluntad" pierde fuerza. Y el tiempo, cada vez más, se convierte en el principal enemigo del entendimiento.

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