Los rebeldes sirios, liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), han intensificado su ofensiva y ahora se encuentran a tan solo cinco kilómetros de Homs, la tercera ciudad más grande del país. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), los insurgentes avanzaron sin resistencia hacia Rastan y Talbiseh, dos localidades estratégicas en la provincia de Homs.

Este avance ocurre después de la toma de Hama, una urbe clave en el norte del país, lograda tras el repliegue del ejército sirio, que alegó priorizar la seguridad de los civiles.

Homs, clave en la disputa territorial

Homs, históricamente un bastión de la insurgencia hasta 2014, es un punto estratégico que conecta Damasco con las provincias costeras de Latakia y Tartus, donde Bashar al-Assad mantiene su base de apoyo. La caída de esta ciudad podría redefinir el curso del conflicto sirio, según analistas del OSDH.

"La batalla de Homs es la madre de todas las batallas y decidirá quién gobernará Siria", afirmó Rami Abdurrahman, director del Observatorio.

Respuesta del régimen y apoyo extranjero

El gobierno sirio calificó la retirada de Hama como una táctica temporal, prometiendo recuperar las áreas perdidas. Mientras tanto, las fuerzas aéreas de Siria y Rusia han lanzado ataques en Hama, dejando un saldo de decenas de insurgentes muertos, según reportó la agencia estatal SANA.

Por otro lado, HTS cuenta con el respaldo de Turquía y otros aliados, lo que intensifica las tensiones en una región ya fracturada por intereses internacionales.

La ofensiva, que también involucra al Ejército Nacional Sirio, ha reactivado un conflicto que parecía haberse estancado en los últimos años, generando incertidumbre sobre el futuro de Siria.