Suiza busca aliados insólitos para frenar aranceles de EE.UU.: ¿Federer e Infantino al rescate?
El gobierno suizo analiza si figuras como Roger Federer o Gianni Infantino pueden ayudar a reducir el gravamen impuesto por Estados Unidos.
Suiza enfrenta un duro desafío tras la imposición de un arancel del 39% por parte de Estados Unidos a sus productos, una medida que podría poner en riesgo miles de empleos. La presidenta Karin Keller-Sutter viajó la semana pasada a Washington para negociar con la administración Trump, pero regresó sin avances.
Ahora, el gobierno no descarta que personalidades suizas de renombre internacional, como el astro del tenis Roger Federer o el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, puedan intervenir de manera informal para suavizar la tensión comercial.
El fallido viaje a Washington y la estrategia de puertas abiertas
Keller-Sutter y el ministro de Economía, Guy Parmelin, no lograron reunirse con los principales negociadores arancelarios en Washington. La única cita fue con el senador Marco Rubio, y el propio Donald Trump comentó que la presidenta suiza "era una mujer agradable, pero no quería escuchar". Pese a esto, el gobierno suizo mantiene abiertas las conversaciones y descartó represalias económicas que podrían dañar aún más su economía.
Algunos políticos suizos proponen aprovechar la buena relación que Infantino mantiene con Trump, y también el posible impacto de Federer, para abrir canales informales de diálogo. Infantino, con oficina en la Torre Trump de Nueva York y vínculos personales con el magnate, es visto como una figura clave que podría "desbloquear" la situación, mientras que Federer también cuenta con admiración entre las altas esferas estadounidenses.
El impacto económico y la incertidumbre sobre el futuro comercial
El gravamen del 39% está entre los más altos impuestos por Estados Unidos y afecta principalmente sectores estratégicos como la relojería, maquinaria e instrumentos de precisión. El economista Hans Gersbach estima que entre 7500 y 15.000 empleos podrían perderse si la situación persiste. Aunque la industria farmacéutica, vital para Suiza, no está incluida en los aranceles, la tensión comercial genera mucha preocupación.
Keller-Sutter espera que las negociaciones puedan resolverse para octubre, pero advirtió que Suiza no aceptará "ningún precio" tras el rechazo de Trump a un acuerdo previo en julio. Por ahora, el gobierno prefiere que la diplomacia oficial lleve la voz cantante, aunque no cierra la puerta a que Federer o Infantino aporten desde un rol informal.