Siria se retira de Sueida tras bombardeos israelíes y deja el control a los drusos

Ya son más de 500 los muertos tras los enfrentamientos entre drusos y tribus beduinas.

En un giro drástico en el sur de Siria, el presidente Ahmed al Sharaa ordenó este jueves el retiro de las tropas gubernamentales de la provincia de Sueida. La decisión busca frenar una posible guerra abierta con Israel, que bombardeó el país vecino tras los violentos enfrentamientos entre tribus beduinas y combatientes drusos.

Los choques, que comenzaron el domingo, ya dejaron al menos 516 muertos, según cifras del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). De ese total, 83 serían civiles ejecutados por fuerzas de seguridad del régimen, denunciaron ONG y testigos.

Una ciudad devastada y una comunidad en alerta

Tras el repliegue militar, vecinos salieron a las calles de Sueida y se encontraron con un escenario de destrucción. "Es como si hubiéramos pasado por una catástrofe natural", relató Hanadi Obeid, médica local, quien aseguró haber visto cadáveres en la vía pública, autos incendiados y tanques destruidos.

La violencia estalló luego del secuestro de un comerciante druso. La respuesta armada generó enfrentamientos entre drusos, una minoría religiosa históricamente asentada en la zona, y tribus beduinas sunitas. El gobierno había enviado tropas el martes, pero organizaciones locales los acusaron de ejecuciones y saqueos.

Israel presiona y los drusos asumen el control

Israel, que se opone a la presencia militar siria cerca de su frontera, respondió con una serie de bombardeos en Sueida, Damasco y otras regiones. Uno de los ataques impactó incluso en el cuartel general del ejército sirio. "El alto el fuego se logró por la fuerza", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

En su discurso, Al Sharaa justificó la retirada militar como un acto de responsabilidad. "Decidimos priorizar el interés de los sirios sobre el caos".

Antes del estallido de la guerra civil en 2011, la comunidad drusa en Siria superaba las 700 mil personas, en su mayoría residentes en Sueida, hoy epicentro de una nueva crisis en la región.

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