SanCor en crisis: sin contratos firmes, sueldos impagos y fuerte presión judicial
La cooperativa láctea enfrenta un concurso de acreedores sin avances concretos y con fuerte malestar de trabajadores y proveedores.
SanCor atraviesa uno de sus momentos más críticos. En medio del concurso de acreedores que inició formalmente en diciembre pasado -con una deuda que podría superar los 400 millones de dólares-, la empresa informó ante la Justicia que no hay contratos firmados con Elcor, la compañía que produce la marca Tonadita. Solo se realiza una prueba técnica de 30 días en la planta de Devoto, Córdoba, sin compromisos ni ingresos asegurados.
El juez Guillermo Valés pidió explicaciones tras las versiones que señalaban un acuerdo ya operativo. La empresa respondió que informará cualquier avance, pero que por ahora no hay nada concreto.
Reclamos gremiales y denuncias por sueldos impagos
ATILRA, el gremio que representa a los trabajadores lácteos, denunció que el 90% de las plantas sigue inactivo y que no se pagan salarios ni antes ni después del inicio del concurso. Además, reclamaron que se convoque a asambleas para discutir cualquier plan de reactivación y anunciaron un plan de lucha con movilización al juzgado de Rafaela.
En paralelo, el abogado Aldo Regali, representante de un grupo de acreedores, advirtió que SanCor mantiene una deuda laboral que en algunos casos supera los $170 millones por trabajador. Señaló también que hay causas penales por retención indebida de aportes y criticó la falta de transparencia de la conducción cooperativa.
Un concurso trabado y sin conducción clara
El proceso judicial avanza lentamente. Finalizó la etapa de verificación de créditos y comenzó la de impugnaciones, sin que SanCor haya presentado un plan de reestructuración o negociado con los actores clave. "Los directivos son prácticamente desconocidos. Estamos intentando evitar otro caso Vicentin, pero del otro lado hay silencio absoluto", advirtió Regali.
La incertidumbre se agrava, y tanto trabajadores como productores temen no cobrar si la cooperativa entra en quiebra. Solo el Estado y algunos acreedores privilegiados podrían recuperar parte de lo adeudado.