Con el cierre de la fase regular, Deportivo Madryn y Gimnasia de Mendoza se perfilan como los finalistas por el primer ascenso directo a la Liga Profesional. Mientras tanto, el Reducido se perfila como la otra gran definición del torneo, donde se disputará el segundo boleto a la máxima categoría.

San Martín, que terminó sexto en la zona A tras empatar 2-2 con San Miguel en Los Polvorines, aseguró su lugar en la Copa Argentina 2026, pero deberá luchar sin ventaja deportiva en el Reducido. Su primer rival será Deportivo Morón, cuarto en la zona B, que cerró su participación con un empate 1-1 frente a Chaco For Ever.

Un desafío de alto riesgo para San Martín

El cruce se jugará a partido único en el estadio Nuevo Francisco Urbano y no deja margen de error: el Santo debe ganar para avanzar, ya que el Gallito cuenta con ventaja deportiva por haber terminado mejor posicionado en la tabla.

La presión será máxima para el equipo tucumano, que tendrá que revertir un historial reciente complicado fuera de casa, especialmente desde la llegada de Mariano Campodónico al banco.

Deportivo Morón: un fortín difícil de vulnerar

Morón fue uno de los equipos más sólidos como local durante toda la temporada. En 17 partidos en su estadio logró 11 victorias, 4 empates y apenas 2 derrotas, marcando 25 goles y recibiendo solo 8. Estas estadísticas consolidan al Nuevo Francisco Urbano como un terreno hostil para cualquier visitante.

Por el contrario, San Martín registró 17 partidos fuera de Tucumán con 6 triunfos, 5 empates y 6 derrotas, anotando 15 goles y recibiendo 17. Desde la llegada de Campodónico, el desempeño visitante empeoró: tres caídas y dos empates en cinco salidas. La misión de ganar en Morón se perfila como un verdadero desafío.