Rusia recluta a niños ucranianos por Telegram para sabotajes a cambio de dinero
El SBU detectó más de 240 menores captados para ataques incendiarios y explosivos. La BBC reveló cómo operan los reclutadores que ofrecen miles de dólares por sabotajes.
En julio, un joven de 17 años viajó más de 800 kilómetros para recoger una bomba escondida en un parque de Rivne. Le ofrecieron 2.000 dólares para colocar el explosivo en una camioneta del servicio de reclutamiento militar. Cuando intentaba conectar los cables, la seguridad ucraniana ya lo estaba vigilando y frustró el ataque.
Vlad -nombre ficticio- es uno de los 800 ucranianos que, según el SBU, fueron reclutados por Rusia a través de Telegram, TikTok e incluso plataformas de videojuegos. Al menos 240 son menores, algunos de apenas 11 años. Expertos en ciberseguridad aseguran que incluso detectaron intentos de captación de chicos de 9 o 10 años.
El gobierno sostiene que los reclutadores buscan jóvenes vulnerables, motivados por el dinero y sin conciencia real de las consecuencias. Vlad lo admite: "No apoyo a Rusia, pero necesitaba plata. Pensé que sería como todos los demás".
Tras tareas menores -como retirar una granada o incendiar una camioneta militar- aceptó colocar una bomba prometida como el "trabajo final". Nunca imaginó que terminaría detenido esperando un juicio por terrorismo que podría costarle 12 años de prisión.
Canales secretos, pagos en criptomonedas y una lista de precios para atacar
La BBC accedió a varios canales de Telegram donde se recluta a estos jóvenes. Aunque no se declaran prorrusos, amplifican el enojo hacia el sistema de reclutamiento ucraniano, acusado de corrupción y maltrato.
Con un teléfono falso, los periodistas comprobaron que los administradores ofrecen pagos inmediatos, incluso en criptomonedas, para realizar incendios y explosiones. En uno de los chats enviaron una "lista de precios":
1.500 dólares por incendiar una oficina postal
3.000 dólares por atacar un banco
pagos menores por dañar vehículos oficiales o instalaciones públicas
"Necesito todos los incendios que pueda conseguir", decía uno de los mensajes. "La gente confiable es difícil de encontrar".
Los ofrecimientos no solo aparecen en espacios clandestinos: también se infiltran en grupos de Telegram de refugiados, búsqueda de empleo e incluso tips de belleza, donde prometen "trabajo flexible y muy bien pago".
La BBC reportó varias cuentas, pero Telegram solo eliminó algunas. Otras siguen activas y sumando seguidores.
Mientras tanto, las autoridades europeas denuncian una expansión del reclutamiento ruso en otros países. En el Reino Unido, seis personas ya fueron condenadas por un ataque incendiario dirigido desde Moscú.
Explosiones fatales y un mensaje final
En Ucrania, cientos de sospechosos -muchos de ellos menores- esperan juicio. Algunos no vivieron para contarlo: varios murieron cuando los explosivos que transportaban detonaron. Según el SBU, en algunos casos los propios reclutadores rusos activaron las bombas a distancia, sabiendo que sus agentes morirían.
En marzo, un joven de 17 años murió y otro de 15 quedó gravemente herido en Ivano-Frankivsk cuando una bomba estalló en sus manos.
Desde prisión, Vlad deja una advertencia para otros adolescentes tentados por el dinero fácil:
"No vale la pena. Te van a engañar o te va a explotar la bomba. Terminás muerto o preso, como yo".