Rusia mejora sus drones Shahed con IA iraní y rompe defensas en Ucrania
Nuevos modelos con cámaras avanzadas, motores a reacción y capacidad autónoma elevan la efectividad de los ataques rusos con tecnología iraní en el frente ucraniano.
La guerra en Ucrania entró en una nueva fase tecnológica. Restos de drones rusos derribados en las últimas semanas revelaron una versión inédita de los Shahed: con inteligencia artificial, cámaras de alta precisión y tecnología antinterferencia que permite operarlos remotamente desde Rusia. La etiqueta en inglés y los componentes detectados apuntan a Irán como proveedor clave, según expertos ucranianos.
Aunque no es la primera vez que Moscú usa drones de diseño iraní, esta versión blanca -más sofisticada- marca una evolución. Los analistas creen que Irán habría entregado este modelo para probar su rendimiento en condiciones reales de guerra.
Drones más potentes, precisos y difíciles de interceptar
A diferencia de versiones anteriores que volaban como proyectiles ciegos, el nuevo modelo Shahed puede cambiar de rumbo en pleno vuelo, detectar objetivos móviles y operar incluso sin conexión, gracias a su sistema basado en IA. También incorpora ocho antenas -el doble que las habituales-, lo que refuerza su resistencia frente a las contramedidas electrónicas ucranianas.
Además de atacar directamente, estos drones sirven como señuelos para saturar las defensas antiaéreas. La "Operación Blanco Falso", diseñada por técnicos rusos, consiste en lanzar varios modelos vacíos para que los verdaderos, equipados con ojivas termobáricas, lleguen a destino sin ser interceptados.
Producción local y salto tecnológico: el eje ruso-iraní
Desde 2022, Rusia comenzó a fabricar los Shahed en su propio territorio, gracias a un acuerdo con Irán de 1.700 millones de dólares. Los primeros 600 drones llegaron desmontados, pero hoy la producción es casi íntegramente local, con el know-how iraní incorporado.
La planta en Alabuga, en la región rusa de Tartaristán, es el epicentro de este avance. Allí se adaptan componentes clave como sistemas de guía, cámaras inteligentes y plataformas con IA. Incluso se habrían probado prototipos con motor a reacción, aunque su alto costo limita su uso generalizado.
En los últimos meses, los ataques rusos con drones fueron en aumento. En noviembre de 2024, solo un 6% lograba evadir las defensas ucranianas. Para junio de 2025, esa cifra subió al 16%, con noches en que casi la mitad alcanzaron sus objetivos. El Ministerio de Defensa ucraniano señala la combinación de tecnología avanzada, nuevas tácticas y saturación como los factores clave de esta creciente efectividad.