Opinión

El "riesgo Jaldo" en el inicio de la campaña electoral para octubre

Arrancó la campaña electoral y el gobernador Osvaldo Jaldo parece decidido a repetir viejas estrategias que, aunque le dieron éxito en el pasado, hoy enfrentan un escenario político incierto.

Un nuevo escenario político

Desde la irrupción de Javier Milei en la política argentina, existe una preocupación generalizada. Con una campaña disruptiva, el libertario logró desembarcar en la Casa Rosada sin contar con un partido político tradicional detrás. Este cambio de paradigmas se pondrá a prueba el próximo 26 de octubre, cuando se conocerá el verdadero peso electoral de La Libertad Avanza en todo el país, esta vez sin el apellido Milei en la boleta.

En los test electorales previos, el gran denominador común fue la inasistencia a votar. Esto está directamente relacionado con un agotamiento de la clase política, que no supo enamorar a los votantes. Hoy hay pocas cosas que generen tanto rechazo como los políticos y la política. Milei fue consecuencia de ese hartazgo. 

Por eso, insisto, el 26 de octubre se sabrá si ese descontento también incluye al Presidente.

La receta jaldista

Ante la proximidad electoral, Jaldo centra gran parte de su campaña en mostrarse junto a dirigentes políticos. Fotos de campaña que poco reflejan los reclamos de una sociedad harta de la política tradicional. Estas imágenes buscan mostrar la vigorosidad de la unidad peronista, aunque están lejos de sintonizar con las demandas ciudadanas.

El riesgo Jaldo existe, al igual que el riesgo Kuka y el riesgo Javo. Esta campaña, Jaldo recurrió a las mismas herramientas de siempre: millonaria inversión en cartelería y un entorno de dirigentes políticos. En términos mileístas: la casta.

Divide y vencerás

La receta jaldista para frenar el avance libertario se apoya, además, en la dispersión opositora. Además de la lista de Jaldo y de La Libertad Avanza, encabezada por Federico Pelli, hay otras siete listas que completan el menú electoral. 

"Divide y vencerás" parece ser la estrategia política del gobernador. Esta máxima, atribuida a Julio César y también a Maquiavelo, se aplica a la perfección: el objetivo es fragmentar a un grupo más grande en partes más pequeñas y aisladas, impidiendo su unión contra el enemigo común y así mantener el poder.

2027 en la mira

Esta dispersión opositora -alentada o no por el oficialismo tucumano- puede beneficiar a Jaldo, mostrando un triunfo categórico en octubre que le permita planificar con mayor tranquilidad su futuro político hacia 2027.

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