El Gobierno anunció una profunda reforma en los sistemas de control de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) luego del escándalo que generó el ingreso al país de Shahram Dabiri, exvicepresidente de Irán, sin que fuera detectado por los servicios de seguridad.

Cambios en la SIDE y en el sistema de visas

La presencia de Dabiri, que llegó en marzo con una visa de turista sin declarar su rol político, disparó las alarmas en la Casa Rosada. El titular de la SIDE, Sergio Neiffert, decidió sumar al proceso de evaluación de perfiles a organismos como el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) y la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC).

También se reformará el formulario de solicitud de visa, con nuevas preguntas orientadas a identificar cargos públicos y posibles vinculaciones políticas. "Fueron errores de chequeo por los que pensamos echar gente, pero preferimos reforzar el sistema", señalaron desde el Ejecutivo.

Nuevos vínculos internacionales y equipamiento tecnológico

Como parte del nuevo protocolo, Argentina buscará fortalecer la cooperación con agencias internacionales como la CIA (EE.UU.), el Mosad (Israel) y la AISE (Italia), especialmente en países donde no cuenta con estructura de inteligencia propia. Este tipo de coordinación es clave en casos como el del gendarme argentino detenido en Venezuela.

Además, el Gobierno evalúa adquirir tecnología de producción nacional para modernizar el equipamiento de la central de inteligencia, con fondos que originalmente habían sido rechazados por el Congreso.

Cambios geopolíticos y depuración interna

En paralelo, se avanza con una limpieza interna en la SIDE, desplazando personal vinculado a gestiones anteriores y ajustando la lista de países considerados "sospechosos". Se sumarían dos naciones africanas y se retiraría a Emiratos Árabes del listado.