La Policía de la Ciudad de Buenos Aires reforzó la seguridad en las embajadas de Irán e Israel y en instituciones de la comunidad judía por posibles manifestaciones tras la escalada de violencia en Medio Oriente. El operativo incluye patrullajes intensificados y la presencia de dos cápsulas del DIR (Despliegue de Intervención Rápida), cada una con cuatro agentes equipados con cascos, escudos, escopetas, taser, byrna y gas pimienta.

Según fuentes del Ministerio de Seguridad, se activaron protocolos especiales y se elevó el nivel de alerta a "intermedio". La medida responde a la preocupación por posibles incidentes derivados del conflicto entre ambos países.

Bullrich ordenó blindar espacios clave

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ordenó reforzar la vigilancia en puntos estratégicos como la AMIA, sinagogas, escuelas y templos. Además, se trabaja de forma coordinada con la Cancillería y servicios de inteligencia, tanto nacionales como internacionales, especialmente de Estados Unidos e Israel.

También se incrementaron los controles en las fronteras con Bolivia, Brasil y Paraguay, y se monitorean posibles operaciones relacionadas con el financiamiento del terrorismo.

Antecedentes que aún duelen

La decisión del Gobierno se da en un contexto de máxima precaución, considerando los atentados sufridos en el país en los años 1992 y 1994 -contra la embajada de Israel y la sede de la AMIA-, ambos atribuidos a Hezbolá, organización respaldada por Irán.