Quién es el cardenal que anunciará al nuevo Papa
El diplomático de bajo perfil será el encargado de pronunciar el tradicional "Habemus Papam" desde el balcón de la Basílica de San Pedro, una vez que el Cónclave elija al nuevo pontífice.
Dominique Mamberti, de 73 años, es el cardenal protodiácono del Colegio Cardenalicio y será el encargado de anunciar al mundo la elección del nuevo pontífice. De origen francés, nació en Marruecos y cuenta con una extensa carrera en el servicio diplomático de la Santa Sede, iniciada en 1986.
Mamberti fue designado como protodiácono en julio de 2024 por ser el cardenal más antiguo de la Orden de los Diáconos, y ya tuvo un papel central al oficiar la última misa en homenaje al papa Francisco, fallecido recientemente.
"Fui testigo de su sufrimiento, pero sobre todo de su valentía", expresó.
UN Diplomático experimentado
Con paso por América latina, Medio Oriente, África, Naciones Unidas y la Secretaría de Estado del Vaticano, Mamberti también fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Fue creado cardenal por Francisco en 2015 y se ha mantenido alejado del protagonismo mediático. Sin embargo, es reconocido por defender la doctrina tradicional de la Iglesia, el derecho a la vida y la objeción de conciencia.
En 2013, por ejemplo, sostuvo que los empresarios cristianos debían poder negarse a brindar servicios contrarios a sus creencias, como atender matrimonios entre personas del mismo sexo.
Cómo será el Cónclave que elegirá al nuevo papa
El Cónclave comienza este 7 de mayo con 133 cardenales electores, todos menores de 80 años. Durante el encierro, alojados en la residencia Santa Marta y votando en la Capilla Sixtina, no podrán tener contacto con el exterior. La votación requerirá una mayoría de dos tercios y puede durar entre dos y cinco días.
Cuando el nuevo papa sea elegido, Mamberti lo anunciará con la histórica frase "Habemus Papam" y el nombre que elija el nuevo líder de la Iglesia católica. Luego, el pontífice saldrá al balcón de la Basílica de San Pedro y dará su primera bendición Urbi et Orbi.