¿Qué dice el informe de la muerte de Kenya? la última elefante en cautiverio de Argentina

El SEB describió un cuadro clínico devastador que refleja el impacto físico del encierro prolongado.

El Santuario Global para Elefantes (SEB) de Brasil rompió el silencio tras el fallecimiento de Kenya, la última elefanta africana que vivía en cautiverio en Argentina. A través de un informe preliminar de necropsia, la institución describió un cuadro clínico devastador que refleja el impacto físico del encierro prolongado. Entre los hallazgos más alarmantes se encuentran una tuberculosis avanzada y una enfermedad ósea degenerativa que la elefanta arrastraba desde sus décadas en el zoológico de Mendoza.

 Anatomía de un Daño Crónico: Los Resultados de la Necropsia

El Santuario fue contundente: el cuerpo de Kenya es una "imagen de libro de texto" sobre lo que el cautiverio le hace a un animal de gran porte. Aunque los resultados finales de laboratorio se conocerán en enero, los hallazgos macroscópicos realizados por patólogos y veterinarios especializados son reveladores.

Osteomielitis Grave: Las radiografías mostraron una infección ósea profunda. Kenya había perdido la mayor parte del tejido óseo en el último dígito de cada dedo. Esto es consecuencia directa de pasar décadas de pie sobre superficies duras e inadecuadas (como el cemento), que impiden el desgaste natural y la salud de las patas.

Tuberculosis Avanzada: El problema más crítico se halló en los pulmones. La patóloga detectó infiltrados granulares y colapso alveolar, signos compatibles con una tuberculosis muy progresada. Según el santuario, esta patología era crónica, lo que significa que Kenya ya estaba enferma antes de salir de Argentina.

Deterioro Multiorgánico: En la cavidad abdominal se encontraron nódulos, úlceras y un quiste de gran tamaño. A pesar de que sus últimos análisis de sangre en Brasil daban resultados aceptables, su interior escondía un deterioro que el santuario calificó como "irreversible".

La Soledad de Kenya: De un Muro de Cemento a la Selva Brasileña

Kenya llegó al antiguo zoológico de Mendoza (hoy Ecoparque) en los años 80, procedente de Alemania, cuando apenas tenía 4 años. Allí pasó cuatro décadas. Su historia se volvió un emblema de la lucha por los derechos animales en Argentina debido a su extrema soledad: pasó años sin contacto con otros de su especie, teniendo como único consuelo la pintura de un elefante en una pared de su recinto.

El Santuario reconoció que, tras la reconversión del zoológico en Ecoparque, los cuidadores mendocinos le brindaron un trato cariñoso y dedicado. Sin embargo, recalcaron que "ninguno de esos esfuerzos pudo revertir el impacto de un recinto que, aunque históricamente hermoso, era completamente inadecuado para elefantes".

A pesar de su salud comprometida, Kenya tuvo un breve, pero significativo "verano": en julio de este año fue trasladada a Mato Grosso, Brasil. Allí, finalmente, pudo tocar y convivir con otra de su especie, Pupy. Compartieron cerca de tres meses juntas hasta que la muerte las alcanzó con pocas semanas de diferencia.

Transparencia y Respuesta a las Críticas

La muerte de Kenya ocurrió apenas dos meses después de la de Pupy, lo que generó dudas y críticas hacia el santuario. Por este motivo, la institución decidió publicar los datos de ambas elefantas para aclarar que las muertes no están relacionadas entre sí:

El Caso Pupy: Se descubrió que sus pulmones e intestinos estaban infiltrados por una especie de ameba que le causó neumonía y gastritis severa, indicando que su sistema inmunológico estaba totalmente colapsado antes de morir.

Sin Contagios: Las pruebas de Pupy para tuberculosis dieron negativo, descartando que Kenya la hubiera contagiado. Además, el santuario implementó protocolos de cuarentena estrictos desde el primer momento.

Monitoreo del Resto del Grupo: Para llevar tranquilidad, informaron que otras elefantas provenientes de Mendoza, como Guillermina, han dado negativo en sus pruebas de tuberculosis y siguen bajo protocolo de observación constante.

El comunicado concluye con una reflexión sobre la misión de estos espacios: "No tenemos razones para eludir los resultados. Cuantos más datos tengamos, mejor podremos cuidar a los elefantes y darles la libertad de encontrarse a sí mismos que de otra manera nunca tendrían".

Esta nota habla de: