¿Pueden los chicos enamorarse de una IA? Alerta por sus riesgos emocionales y sociales
Psicólogos advierten que los adolescentes son vulnerables a manipulaciones y vínculos peligrosos con chatbots. El caso de un joven que se suicidó reabre el debate.
El auge de la Inteligencia Artificial generativa -como ChatGPT o Character.IA- encendió alarmas entre especialistas en salud mental infantil. Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), los adolescentes son más propensos que los adultos a confiar ciegamente en respuestas de bots, incluso a desarrollar vínculos emocionales con ellos, lo que puede deteriorar sus relaciones en el mundo real.
"Ya hay reportes de adolescentes que no se dan cuenta de que interactúan con una IA, y construyen lazos poco saludables", advirtió Mitch Prinstein, autor del informe de la APA.
Un caso estremecedor es el de Sewell Setzer III, un chico de 14 años que se quitó la vida tras obsesionarse con un chatbot que imitaba a un personaje de Game of Thrones. Su madre demandó a la empresa por no implementar filtros ni advertencias.
Cómo proteger a los menores del mal uso de la IA
La APA y UNICEF proponen una serie de recomendaciones para padres, docentes y desarrolladores:
Establecer límites de tiempo y contenido.
Activar configuraciones por edad.
Enseñar a detectar errores de la IA (las llamadas "alucinaciones").
Promover el pensamiento crítico y el uso consciente.
Además, piden que las empresas incluyan pruebas de seguridad, alertas ante señales de riesgo emocional, y control de edad como ocurre con las redes sociales.
"El martillo puede construir o destruir", repiten los expertos. La herramienta no es mala en sí misma, pero su uso sin supervisión puede tener consecuencias graves.
El desafío en las aulas: ¿prohibir o enseñar a usar la IA?
En el ámbito académico también hay debate. Mientras algunas instituciones prohíben el uso de IA, otras, como la Universidad Politécnica de Cataluña, premian a estudiantes que la utilizan con justificación pedagógica.
"El problema no es usar IA, sino usarla mal", señaló Carlos Fenollosa, docente en esa universidad. En sus clases enseña cómo generar prompts adecuados, cómo detectar errores en las respuestas y cómo citar correctamente las fuentes.
La clave, según Fenollosa, está en formar competencias críticas: "Decidimos enfrentarlo de forma proactiva, con rigor académico".