Por qué Israel bombardeó Damasco: análisis de una escalada que crece
El ataque aéreo sobre Damasco reavivó un nuevo foco de conflicto. Israel dice defender a la minoría drusa, pero también busca asegurar sus fronteras.
Israel volvió a encender las alarmas en Medio Oriente. Esta vez el epicentro fue Siria: aviones israelíes bombardearon Damasco, incluida la sede del Ministerio de Defensa, en una ofensiva que profundiza la ya inestable situación regional.
El foco inmediato parece estar en la protección de la comunidad drusa, pero detrás hay algo más: un movimiento geopolítico para reforzar las fronteras israelíes.
La escalada se produce en paralelo a los conflictos abiertos en Gaza, Líbano, Yemen e incluso con Irán, lo que convierte al sur de Siria en un nuevo escenario de una guerra que no da tregua.
Drusos: una minoría en el centro del fuego cruzado
La comunidad drusa -una minoría étnico-religiosa con raíces árabes, pero que no se identifica como musulmana- está presente tanto en Israel como en Siria y el Líbano. Lazos familiares, culturales y religiosos cruzan fronteras que hoy se ven cada vez más militarizadas.
Todo estalló tras la difusión de un video falso que atribuía insultos al profeta Mahoma a un líder druso. En pocas horas, estallaron enfrentamientos sangrientos entre milicias drusas y tribus beduinas en Suwayda, al sur de Siria. El nuevo gobierno sirio, liderado por Ahmed Huseín al-Charaa, respondió con una intervención militar que derivó en matanzas, según denunciaron activistas y testigos.
El cruce de fuego se produjo a pocos kilómetros de la frontera con Israel. Algunos drusos sirios intentaron ingresar al país, mientras que desde el lado israelí, otros cruzaron en su defensa. El gobierno israelí asegura que actuó para protegerlos. "Este alto el fuego se logró por la fuerza", afirmó el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Netanyahu, bajo presión interna y con un ojo en las fronteras
Aunque el respaldo a los drusos parece ser el argumento central, detrás de la ofensiva israelí hay intereses políticos internos. Netanyahu enfrenta una crisis de gobernabilidad: esta semana perdió el apoyo de los partidos ultraortodoxos, clave para su coalición, y ahora su gobierno queda en minoría en la Knesset.
Generar focos de conflicto le sirve para volver a instalar la agenda de seguridad, explicó Darío Teitelbaum, presidente del partido Meretz a nivel internacional.
Pero también hay un objetivo estratégico: reforzar el dominio militar en las zonas limítrofes. Israel no solo bombardeó Damasco, sino que desplegó unidades especiales en la frontera con Siria. Cuatro compañías adicionales de la Policía de Fronteras, junto a la Brigada Golani, fueron enviadas para garantizar el control territorial.
¿Altruismo o hegemonía? El verdadero objetivo de la ofensiva
Más allá del discurso oficial, los analistas advierten que el verdadero trasfondo de esta operación va más allá de la solidaridad. Pensar que Israel actúa por altruismo es ingenuo. Su intención es clara: asegurar su frontera y expandir su influencia regional, sostuvo Said Chaya, director de Ciencia Política en la Universidad Austral.
Según el experto, la estrategia israelí se repite en distintos frentes: mantener tensiones controladas para justificar su superioridad militar y preservar su seguridad bajo sus propios términos. Lo hizo en Gaza, en el sur del Líbano, y ahora también en Siria.
Así, mientras los bombardeos cruzan el cielo de Damasco y los drusos se arman para defenderse, se abre otro capítulo de una historia que sigue sumando conflictos sin resolución.