"Piel de Gallina", un corto con la impronta creativa de un grupo de amigos
Martina Díaz Santilli comentó cómo se creó la película que se estrenará el 4 de agosto en la Sala Hynes O'connor.
El cine es una forma de expresar sentimientos. La sensación del crecer y la experiencia de nuevos sentires, el deseo de ser gustada y las consecuencias que conlleva cuando una persona trata de aprovecharse de ello. Piel de Gallina, el corto dirigido por Martina Díaz Santilli, muestra ello mediante la historia de dos hermanas del interior de Tucumán.
Rodaje de Piel de Gallina
"Piel de Gallina se trata de dos hermanas que viven en Burruyacú y, ante la ausencia de los mayores, crecen juntas. Belén es la hermana menor y Camila es la hermana mayor", explicó Díaz Santilli la premisa de su corto.
La directora también habló sobre el momento en el que se da el nudo de la trama. "Camila está en la edad de los 15, que es el momento específico en el que nosotras las mujeres comenzamos a desarrollarnos y en el que nos apropiamos de nuestro cuerpo, belleza y deseos", comentó y explicó que Belén, cual niña de 9 años, vive en un mundo de fantasía.
"En ese momento, el pombero se manifiesta en un animal y va primero a por la menor, separándolas a las dos hermanas", contó y dejó la intriga para quienes quieran ver el corto.
Piel de Gallina tendrá su estreno el 4 de agosto en la Sala Hynes O'connor (San Martín 251) a las 22 horas en el marco de la Muestra de Cine Tucumano de Género.
La casa, el espacio y su propia historia
El lugar es muy importante para narrar las historias, aunque el escenario también tiene cosas que contar. Martina explicó lo valiosa que fue la casa en la que grabaron, como en un viaje con amigos encontró el espacio necesario para filmar su película.
"La casa es de la abuela de un amigo, Leandro Miranda. Vos entras y te golpea la historia, la humedad en las paredes, ajos colgados, peluches viejos, de esas casas viejas que tienen mucha historia. Aparte la casa es fría. Era impresionante", además sumo que a ese espacio había que sumarle algo para que cuente aún más.
La locación, Burruyacú, acompañó la casa rural que tanta historia cargaba. "Un estanque lleno de agua, sapitos, todo verde, para un lado las flores y para el otro un bosque. Era increíble lo que eso te contaba", así expuso la localidad del interior de Tucumán con sus palabras.
CINE, AMIGOS Y UNA PASIÓN EN COMÚN
Mas allá de lo que propone el proyecto, Piel de Gallina tiene la impronta creativa de un grupo de amigos que se dedican y estudian diferentes cosas. "El que vea Piel de gallina se va a encontrar con un cine experimental, hecho por amigos, que tiene mucha identidad a través de los sonidos y los planos", plasmó Martina.
El que vea Piel de gallina se va a encontrar con un cine experimental, hecho por amigos
Florencia Colomo, estudiante de la carrera de cine en la UNT, tomó parte en el armado de guion y fue la encargada del sonido. Macarena Dorna, quien conoció a Martina cuando el proyecto comenzó, fue la encargada de fotografía. Gerónimo Carrer y Franco Agustín, ambos estudiantes de Comunicación Social, ayudaron en la producción y el arte respectivamente. Leandro Miranda, además de prestar la casa para la grabación, trabajó junto a Gerónimo en producción.
"Mostrarlo me da mucho miedo porque es hablar de una misma. Y yo también las incluyo a las chicas porque son parte de esto", explicó Martina sobre lo que significa para ella exponer su trabajo que comenzó en marzo de 2022 y recién ahora, prácticamente un año y medio después, estará en pantalla.
Sobre lo que sentirá la gente al ver Piel de Gallina, Martina sentenció: "Van a salir pensado '¿Qué acabo de ver?' '¿Qué paso?' Me gustaría y espero que muchas chicas y chicos salgan con ganas de crear cine con lo que tengan hoy en día", espetó culminando su discurso con sus expectativas.
Me gustaría y espero que muchas chicas y chicos salgan con ganas de crear cine con lo que tengan hoy en día