Otro mes marcado por la violencia: mujeres asesinadas, historias truncas
Desde la Fundación María de los Ángeles vuelven a exigir medidas concretas ante el avance de la violencia de género y los femicidios que conmueven al país.
La violencia de género vuelve a golpear con fuerza. Octubre se suma a la larga lista de meses donde las estadísticas se llenan de nombres de mujeres que ya no están.
Historias truncas, familias destruidas y sueños arrebatados que reflejan una realidad dolorosa: la sociedad argentina aún no logra garantizar la vida, la libertad y la dignidad de las mujeres.
Una problemática que no se detiene
Los femicidios no son hechos aislados ni excepciones. Son el resultado de una estructura social y cultural que sigue reproduciendo desigualdades, silencios e impunidad.
Cada crimen conmueve, pero también interpela: ¿qué estamos haciendo como sociedad para evitar que se repita?
Desde organizaciones sociales y de derechos humanos se reclama que el compromiso no puede limitarse a la indignación momentánea.
Es necesario un trabajo sostenido y coordinado del Estado, la Justicia y las instituciones educativas para prevenir, acompañar y garantizar justicia.
"La violencia machista no se combate con palabras, sino con políticas"
El mensaje de la Fundación María de los Ángeles es claro: no alcanza con discursos ni promesas.
La violencia de género requiere políticas públicas efectivas, educación con perspectiva de género y un sistema judicial que actúe con celeridad y sensibilidad.
"Queremos caminar sin miedo. Queremos vivir libres. Queremos un país donde ninguna mujer tenga que ser recordada por haber sido víctima", señalaron desde la institución.
Compromiso y lucha desde Tucumán
Desde Tucumán, la Fundación María de los Ángeles -creada por Susana Trimarco- continúa trabajando en la asistencia, el acompañamiento y la búsqueda de justicia para mujeres víctimas de trata, violencia y abuso.
"La trata, la violencia y el femicidio no se naturalizan, se enfrentan. Seguiremos luchando hasta que vivir sin miedo sea un derecho para todas", remarcaron en un nuevo comunicado.
 Un llamado urgente
Cada femicidio duele y exige respuestas. Porque la violencia de género no es un problema individual, sino social. Y mientras una mujer sea asesinada por el solo hecho de serlo, el compromiso debe seguir siendo colectivo.