El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su "profunda alarma" ante la decisión de Israel de ampliar su ofensiva militar y tomar el control de la ciudad de Gaza, el núcleo urbano más poblado del enclave palestino.

Según su portavoz adjunta, Stephanie Tremblay, esta acción "marca una peligrosa escalada" y expone aún más a la población civil, incluidos los rehenes retenidos por Hamas.

Riesgo de crisis humanitaria aún mayor

Guterres advirtió que los palestinos de Gaza ya enfrentan "una catástrofe humanitaria de proporciones terroríficas" y que una nueva ofensiva podría provocar desplazamientos forzados, muertes y destrucción masiva.

El funcionario instó a un alto el fuego inmediato, a facilitar la entrada de ayuda y recordó que la Corte Internacional de Justicia exige a Israel poner fin a su presencia en los territorios ocupados, incluida Jerusalén Este.

Consejo de Seguridad en alerta

Tras el anuncio israelí, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó a una reunión de urgencia para analizar la situación. El representante palestino, Ryad Mansour, subrayó que varios países respaldan el pedido de un debate inmediato sobre el plan.

En paralelo, el organismo mantiene críticas sobre la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), creada por Israel con apoyo de Estados Unidos. Médicos Sin Fronteras y 25 expertos de la ONU pidieron su cierre, denunciando muertes y violencia en centros de distribución.

Con la tensión en aumento y la comunidad internacional presionando por una solución, el futuro de Gaza vuelve a estar en el centro del escenario diplomático y humanitario global.