Ola de violencia y tensión racial en Torre Pacheco tras la agresión a un jubilado

Una brutal golpiza a un vecino español desató disturbios y enfrentamientos en una localidad con alta población inmigrante.

La agresión a un hombre de 68 años en Torre Pacheco, en el sur de España, derivó en tres noches de violencia, protestas y enfrentamientos con connotaciones racistas. El hecho ocurrió cuando el vecino salió a caminar al amanecer y fue atacado por tres personas, presuntamente de origen magrebí. La reacción fue inmediata: protestas vecinales y disturbios nocturnos, con mobiliario urbano destruido, al menos nueve detenidos y varios heridos.

La situación generó un clima de temor entre los habitantes de la localidad, especialmente en los barrios con alta presencia de población inmigrante. Torre Pacheco tiene unos 40.000 habitantes y cerca del 30 por ciento son extranjeros, en su mayoría procedentes del norte de África.

Grupos de ultraderecha y discursos de odio

A través de redes sociales, grupos de extrema derecha difundieron convocatorias para movilizarse hacia Torre Pacheco. Entre ellos, una organización llamada Deport them now llamó a una cacería contra ciudadanos de origen magrebí, lo que alimentó aún más el clima de tensión. Los disturbios se produjeron entre manifestantes y residentes inmigrantes, y la policía detuvo a cinco españoles y tres marroquíes por delitos de odio, agresiones y desórdenes públicos.

Mientras tanto, la comunidad local se dividía entre el apoyo al vecino agredido y la preocupación por el crecimiento de mensajes xenófobos que, en lugar de buscar justicia, alentaban la violencia racial.

La respuesta oficial y el temor en las calles

El presidente Pedro Sánchez fue categórico: "España es un país de derechos, no de odio". El Gobierno nacional anunció un refuerzo policial en la zona, que pasará a contar con 90 agentes por la noche ante nuevas amenazas de violencia. Desde el Ministerio del Interior señalaron al partido ultraderechista Vox como responsable de alimentar discursos contra la inmigración, algo que su líder, Santiago Abascal, negó rotundamente.

Amnistía Internacional denunció la violencia racista y advirtió sobre el uso político del miedo y la estigmatización. Por su parte, organizaciones migrantes exigieron más protección y seguridad. "No se puede vivir con miedo por ser de otra nacionalidad", dijo Abdel, un joven marroquí que reside en el barrio afectado.

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