Desde el viernes 12 de septiembre, una ola de calor afecta al centro de Estados Unidos con temperaturas de entre 10 y 20 grados Celsius por encima del promedio. Ciudades como Omaha, St. Louis y Des Moines registran valores superiores a los 37 grados, acercándose a los récords históricos de septiembre de 1939.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) atribuye el fenómeno al ingreso de masas de aire cálido desde el sur y advierte sobre riesgos de salud, presión en los sistemas eléctricos y afectación en zonas con sequía.

Ciudades que podrían superar sus máximos

De acuerdo con datos del NWS y AccuWeather, las siguientes ciudades se encuentran entre las más propensas a romper sus récords históricos:

-Omaha, Nebraska

-St. Louis, Misuri

-Des Moines, Iowa

-Memphis, Tennessee

-Peoria, Illinois

-Springfield, Misuri

Los meteorólogos prevén máximas de hasta 40 grados Celsius durante el lunes y martes, con posibilidad de extenderse hasta mediados de semana.

Impacto en la salud y los servicios

Las altas temperaturas representan un riesgo elevado para adultos mayores, niños y personas sin acceso a refrigeración. El NWS advierte sobre la posibilidad de golpes de calor, deshidratación y complicaciones en hospitales y servicios de emergencia.

Además, las autoridades anticipan tensión en el suministro eléctrico por el aumento de la demanda, en especial en zonas urbanas densamente pobladas y áreas con sequía severa.

Recomendaciones oficiales

Ante el calor extremo, el NWS y las autoridades locales recomiendan:

-Mantenerse hidratado y evitar bebidas alcohólicas o azucaradas.

-Limitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 horas.

-Usar ropa clara y ligera.

-Controlar el estado de salud de personas vulnerables.

-Seguir los avisos sobre cortes de energía o alertas sanitarias.

Qué esperar en los próximos días

El pronóstico indica que la ola de calor persistirá al menos hasta el miércoles 17 de septiembre. Hacia el fin de semana, algunas zonas podrían experimentar un alivio, aunque la NOAA advierte que la sequía en el Medio Oeste se agravará por la falta de lluvias.

En contraste, en el noreste del país continúan las alertas por heladas en Maine, reflejando la marcada variabilidad climática de septiembre en Estados Unidos.