Descubren un nuevo objeto en el sistema solar que refuerza la teoría del Planeta Nueve
Un grupo de astrónomos detectó un pequeño cuerpo celeste más allá de Neptuno. Su extraña órbita podría ser la pista que faltaba para confirmar la existencia del elusivo noveno planeta del sistema solar.
El pasado 14 de julio, astrónomos que operan el Telescopio Subaru, en Hawái, anunciaron el hallazgo de un nuevo objeto en los confines del sistema solar. Bautizado como Ammonite, este pequeño cuerpo helado pertenece al grupo de los sednoides, una clase rara de objetos con órbitas extremadamente alejadas del Sol.
Lo interesante de Ammonite no es solo su lejanía, sino su comportamiento orbital único, que los científicos creen que ha sido estable desde hace más de 4.500 millones de años, cuando se formó el sistema solar. Su trayectoria sugiere que una fuerza gravitacional desconocida podría estar afectando a estos cuerpos: y ahí es donde entra en escena el hipotético Planeta Nueve.
¿Está el Planeta X más cerca de ser confirmado?
La posibilidad de que exista un noveno planeta gigante, oculto más allá del Cinturón de Kuiper, no es nueva. En 2016, los astrónomos Konstantin Batygin y Mike Brown, del Caltech, propusieron que los patrones orbitales de varios objetos transneptunianos podrían explicarse por la presencia de un planeta 1,5 veces más grande que la Tierra.
Ammonite refuerza esta hipótesis. Según simulaciones, su extraña órbita no puede explicarse solo por la influencia de los planetas conocidos. De confirmarse, este sería el indicio más sólido hasta ahora de que algo muy grande y lejano -el llamado Planeta X o Planeta Nueve- está perturbando las órbitas en esa región.
Un misterio que se arrastra desde hace más de un siglo
El concepto del Planeta X fue planteado por primera vez en 1915 por el astrónomo Percival Lowell, para explicar anomalías en la órbita de Urano. Aunque esos cálculos resultaron erróneos, la búsqueda condujo indirectamente al descubrimiento de Plutón en 1930.
Desde entonces, el nombre "Planeta X" ha perdurado en el imaginario científico, aunque hoy se utiliza indistintamente con "Planeta Nueve", una hipótesis moderna que sugiere la existencia de un planeta más allá de Neptuno y Plutón, aún no observado directamente.