Nueva ola represiva en Venezuela: el régimen de Maduro secuestró a un aliado clave de Machado

El chavismo intensificó su ofensiva contra la oposición con detenciones arbitrarias y operativos violentos. María Corina Machado denuncia un clima de terror y desesperación en el poder.

Venezuela atraviesa un nuevo episodio de persecución política. Juan Pablo Guanipa, dirigente opositor y estrecho colaborador de María Corina Machado, fue detenido este viernes tras pasar casi un año en la clandestinidad. Su captura marca un punto crítico en la escalada represiva del gobierno de Nicolás Maduro, que también se cobró la desaparición de varios activistas en las últimas horas.

En un mensaje grabado antes de su detención, Guanipa anticipó lo que vendría: "Estoy injustamente preso, pero nunca derrotado". La frase resume el tono de resistencia con el que el líder opositor enfrenta su detención, convertida en símbolo de la ofensiva estatal contra la disidencia.

"El terror de Estado es hoy la herramienta principal del chavismo"

María Corina Machado, referente de la oposición venezolana, denunció la gravedad de la situación en diálogo con medios internacionales. "Cada hora nos enteramos de un nuevo desaparecido. Esto es una operación coordinada para sembrar miedo", afirmó. Según Machado, la represión responde al temor del chavismo a una inminente derrota electoral y al fracaso de su estrategia de control.

La líder de Vente Venezuela vinculó el recrudecimiento de los operativos a la reciente Operación Guacamaya, que logró rescatar a opositores refugiados en la embajada argentina. "Sacaron a la gente de sus casas, instalaron vigilancia, perros, drones. Aun así, se logró el rescate. Eso los dejó expuestos y vulnerables", explicó.

Para Machado, la respuesta del régimen fue incoherente: mientras hablaban de negociación, simultáneamente allanaban viviendas y detenían a nuevos opositores. "La desesperación se nota. Ya no confían ni en sus propios aliados", sentenció.

Un país militarizado y una elección sin legitimidad

El chavismo intenta justificar el despliegue represivo bajo el argumento de evitar sabotajes electorales. En las últimas horas, el régimen informó la detención de más de 50 supuestos mercenarios, incluso extranjeros, y ordenó restricciones de circulación en todo el país. Al mismo tiempo, movilizó más de 400.000 efectivos de seguridad.

Pero la oposición y organismos internacionales ven en estas acciones una estrategia de intimidación. "No habrá una elección legítima, sino una muestra del rechazo masivo", advirtió Machado, quien llamó a desconocer el proceso del próximo domingo.

A pesar de las diferencias internas en la oposición, el mensaje que dejó Guanipa antes de ser capturado unifica a muchos: "Pronto iremos a las cárceles, pero no como secuestrados, sino para liberar a los presos políticos. Solo los venezolanos podremos liberar a Venezuela".

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