"Necesito saber qué pasó": el desgarrador pedido del padre de Erin Ko, la niña chilena que murió en el accidente náutico en Miami

Tenía 13 años y era el primer día en el campamento de vela. Su familia se había mudado a Estados Unidos hace un año. El padre exige justicia y respuestas.

Un lunes trágico en la costa de Miami Beach

Erin Ko Han tenía 13 años y muchos sueños por delante. Este lunes, en su primer día en el campamento de vela del Miami Yacht Club, su vida terminó trágicamente cuando una barcaza con grúa embistió al velero en el que viajaba junto a otros cinco menores y una tutora. En el accidente también falleció Mila Yankelevich, nieta de la productora argentina Cris Morena.

Erin era la única hija del matrimonio Ko Han. La familia, de origen chileno y raíces coreanas, se había mudado a Estados Unidos en 2024 por motivos laborales. "Estamos muy dolidos, dolidos del corazón. Era lo único que teníamos", expresó su padre, Pil Jye Ko, en una emotiva entrevista con Local 10 News.

"No puedo decir adiós como si nada"

La conmoción de la familia es total. "Me acuerdo que la fuimos a dejar, nos despidió con un ‘nos vemos, papi, mami'", relató el padre con la voz entrecortada. "Esperábamos que todo esto fuera solo un sueño. Que el hospital llamara y dijera ‘su hija está viva'. Pero no, eso no pasó".

Ko describió con crudeza el momento en que vio el cuerpo de su hija: "Tenía heridas en la cabeza, en los brazos, en las piernas, por todos lados. Ya había dejado de palpitar su corazón".

Según el informe forense, tanto Erin como Mila murieron por ahogamiento accidental, y no como consecuencia directa del impacto de la embarcación.

La vida de Erin: una niña brillante y querida

Antes de mudarse a Estados Unidos, Erin cursaba en el Colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, en Santiago de Chile. Allí dejó una profunda huella en compañeros, docentes y familiares, que aún hoy la recuerdan con enorme cariño.

En un comunicado difundido en redes sociales, el colegio expresó:

"Erin fue una alumna integral, cercana, empática y buena compañera. Destacó por sus logros académicos, especialmente en Matemáticas, y participó activamente en voleibol y talleres de trapecio y telas".

Ya en Miami Beach, Erin asistía a la Nautilus Middle School. Hablaba inglés, español y coreano con fluidez, y estaba aprendiendo japonés. El lunes de la tragedia fue su primera vez en una embarcación.

Un pedido de justicia

Pil Jye Ko, aún en medio del dolor, cerró su testimonio con un pedido firme:

"Necesito saber qué pasó. No puedo despedirme de mi hija como si nada. Necesito honrarla, y para eso necesito justicia".

Mientras las autoridades estadounidenses investigan las responsabilidades del accidente, la comunidad chilena, la escuela en Santiago y allegados en Miami se mantienen en duelo, recordando a Erin como una niña alegre, talentosa y llena de vida.