Murió a los 86 años Ernesto Acher, integrante de Les Luthiers y figura clave del humor musical
Arquitecto de formación, músico, compositor y humorista, fue una pieza fundamental del histórico grupo y dejó una huella propia con La Banda Elástica y una extensa trayectoria artística en Argentina, España y Chile.
La muerte de Ernesto Acher a los 86 años marca el final de una etapa decisiva en la historia del humor y la música en la Argentina y en todo el mundo de habla hispana. Su figura quedó asociada de manera indeleble a Les Luthiers, pero su legado excede ampliamente su paso por el grupo: fue un creador inquieto, un músico versátil y un artista que supo combinar la música académica, el jazz y el humor con una impronta personalísima.
Acher se incorporó a Les Luthiers en marzo de 1971, en un principio como reemplazo temporal de Marcos Mundstock en la lectura de textos y la ejecución de instrumentos. Un año más tarde, con el regreso de Mundstock, fue convocado para integrarse de forma estable como compositor, arreglador y multinstrumentista. Su aporte fue clave en una etapa de transformación del conjunto: impulsó una dinámica de trabajo más colectiva, promovió el uso de equipos de amplificación y fue determinante en el inicio de la carrera discográfica del grupo al vincularlos con el sello Trova.
Entre sus composiciones más recordadas dentro de Les Luthiers se encuentran Miss Lilly Higgins, Epopeya de los quince jinetes, el poema sinfónico Teresa y el Oso y la Cantata de Don Rodrigo. En escena, dio vida a personajes inolvidables como Don Rodrigo, el rey desquiciado de El rey enamorado, y el niño de La gallina dijo Eureka. Además, participó activamente en la creación de instrumentos no convencionales junto a Carlos Núñez Cortés y Carlos Iraldi, y diseñó a Antenor, el robot musical de Muchas gracias de nada. Su dominio instrumental incluyó clarinete, piano y varios de los instrumentos originales del grupo, como el gom-horn y el yerbomatófono.
A fines de 1986, decidió alejarse de Les Luthiers. Siempre fue reservado respecto de los motivos de su salida y solía describir su experiencia en el grupo como "un matrimonio múltiple" del que prefería no dar demasiadas explicaciones públicas.
En 1988 fundó La Banda Elástica, un proyecto que reunió a figuras destacadas del jazz argentino como Carlos Costantini, Hugo Pierre, Enrique Varela, Jorge Navarro, Ricardo Lew, Juan Amaral y Enrique Zurdo Roizner. El debut fue en el Teatro Cervantes y el grupo realizó temporadas en salas emblemáticas de Buenos Aires, editó tres discos y giró por distintas ciudades de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay.
En 1991 impulsó Juntos en concierto, un espectáculo que fusionó a La Banda Elástica con la Camerata Bariloche, con presentaciones en el Teatro Opera y el Luna Park. Aunque el grupo se disolvió en 1993, Acher continuó desarrollando propuestas que combinaban música y humor, como Gershwin, el hombre que amamos, junto a Jorge Navarro y Rubén Baby López Fürst, y Los animales de la música, orientado a públicos de todas las edades. También colaboró con el humorista cubano Alejandro Virulo García en Cuarteto de humor en una misma cuerda, con giras internacionales por México, Venezuela, España y Cuba.
En 2002 se radicó en Chile, donde dirigió la orquesta de la Universidad de Concepción y luego residió en Santiago y Linares. Durante siete años fue docente en la Universidad Diego Portales, dictando materias vinculadas a literatura, técnica narrativa e historia del arte. En ese período desarrolló proyectos como Homenaje a Piazzolla, Fantasía en concierto, La orquesta va al colegio y ¿Acher en serio?, con repertorios que incluyeron obras de Jobim, Schreker, Piazzolla y Richard Strauss. Acher definió esa etapa como profundamente enriquecedora, tanto en lo artístico como en lo personal.
En blanco y negro: el equipo del '71-73 que marcara época: Gerardo Masana, Maronna, Carlos Núñez Cortés, Mundstock, Ernesto Acher, Daniel Rabinovich y López Puccio. Foto: Archivo Atlántida
De regreso en la Argentina desde septiembre de 2016, retomó su actividad con espectáculos unipersonales como Humor, con Acher, el programa radial Los rincones de Acher, el ciclo Veladas espeluznantes y la creación de la Offside Chamber Orchestra, una orquesta de cámara integrada por 23 músicos. Hasta sus últimos años mantuvo colaboraciones y proyectos que reflejaron su permanente curiosidad artística.
El legado de Ernesto Acher permanece en una forma singular de entender el arte: atravesada por la amistad, la inteligencia y el humor, y sostenida por una coherencia personal que marcó toda su vida. Su nombre queda inscripto como una figura central del humor musical argentino y como un creador que supo ir siempre un poco más allá de los límites establecidos.