Milei negó el atraso cambiario y le pegó a los economistas: "Son unos chantas"
Durante un encuentro del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, el Presidente defendió el rumbo de la economía y afirmó: "Devaluar aumentaría la cantidad de pobres".
Este mediodía, durante un encuentro del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en el hotel Alvear, el presidente Javier Milei defendió la política económica de su gobierno. Negó enfáticamente que hubiera atraso cambiario, afirmando: "Desde mi punto de vista, lo que dicen la mayoría de los analistas está mal".
Milei destacó la disminución de la inflación y del riesgo país gracias a un ajuste del 15% del PIB. Señaló que este proceso de estabilización incluye una corrección de precios relativos y mencionó que, aunque la tasa de inflación fue del 8,8%, los precios de alimentos y bebidas están bajando, situándose en su mayoría por debajo del 3%.
Criticó a quienes niegan la existencia de un plan de estabilización, calificando tales afirmaciones como insultantes. "Hoy vine un poco más sangriento que de costumbre", expresó.
Sobre la falta de atraso cambiario, Milei mencionó problemas de infraestructura "soft" y "hard", y el trabajo en curso con el DNU y la Ley de Bases. Además, resaltó los elogios del Fondo Monetario Internacional por la eliminación gradual de restricciones en el mercado de cambios y afirmó que están cerca de levantar el cepo cambiario.
El presidente explicó que se está trabajando en calzar el flujo de fondos de divisas y resolver problemas de pasivos remunerados y dividendos. "Está en nuestros planes lo más rápido posible, pero lo hacemos a mercado, respetando los derechos de propiedad", enfatizó.
El mandatario no escatimó en críticas hacia sus colegas de profesión, acusándolos de realizar "análisis berretas" y de ser "chantas". En un tono desafiante, señaló que, aunque esté presente en calidad de presidente, no puede evitar abordar el debate como economista.
Milei también adelantó un esquema de competencia de monedas, en el que la economía podría expandirse y la demanda de dinero aumentaría sin emitir más pesos. Este esquema, según él, allanaría el camino hacia la dolarización, permitiendo eventualmente eliminar el Banco Central y reducir la intervención política en la economía.