Milei y Caputo recibieron al presidente del BID tras la derrota electoral en Buenos Aires

El organismo ratificó su apoyo al plan económico, pero advirtió sobre la fragilidad de las reservas y los riesgos políticos que enfrenta el Gobierno.

El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, encabezaron este lunes en la Casa Rosada la primera reunión del equipo económico luego de la derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires. El encuentro fue con Ilan Goldfajn, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de los principales socios financieros de la Argentina.

Durante poco más de una hora, participaron también el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el jefe para el Cono Sur del BID, Morgan Doyle; y la asesora Amanda Glassman.

Goldfajn calificó la reunión como "excelente" y destacó que conversaron sobre "la agenda de reformas económicas, el impulso al sector privado, la seguridad y la integración regional".

El apoyo financiero del BID

El organismo multilateral aprobó a mediados de año un programa de financiamiento de tres años por USD 10.000 millones, de los cuales USD 3.000 millones serán desembolsados en 2025. Los fondos estarán destinados a tres áreas clave: reformas fiscales y mejora en la administración tributaria, liberalización de la economía para atraer inversión privada y programas sociales para reducir la pobreza.

Sin embargo, en un informe reciente, el BID advirtió que persisten graves dificultades estructurales: la indigencia alcanzó un 18,1% y más de la mitad de los niños de 0 a 14 años viven en situación de pobreza. También alertó sobre la alta informalidad laboral, que se ubica en 36,1%.

Riesgos y advertencias

La entidad señaló que la estabilidad macroeconómica será "un objetivo primordial" para el Gobierno en los próximos años, aunque subrayó la fragilidad de las reservas del Banco Central, la falta de mayorías legislativas para aprobar reformas y el riesgo de "fatiga social" frente al ajuste.

Además, alertó sobre la vulnerabilidad del país frente a shocks externos que puedan impactar en los términos de intercambio o en las condiciones financieras internacionales, lo que podría comprometer aún más las cuentas públicas.

Un panorama complejo

En lo que resta de septiembre, el Gobierno deberá afrontar pagos de vencimientos de deuda con organismos internacionales por unos USD 700 millones, principalmente con el propio BID y el Banco Mundial. Estos compromisos reducirán el margen de maniobra del Palacio de Hacienda para intervenir en el mercado cambiario en un escenario de creciente tensión política y económica.

Con la reunión de este lunes, Milei buscó dar una señal de respaldo externo tras la dura derrota electoral en Buenos Aires, mientras su equipo económico enfrenta el desafío de sostener el plan de equilibrio fiscal en medio de crecientes cuestionamientos internos y externos.

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