The Last Dance
Leo este jueves disputará su último encuentro oficial en nuestro país con la Albiceleste. Un momento histórico para el fútbol argentino y para los hinchas.
Todavía no. Lionel Messi no se retira de la selección Argentina, sin embargo confirmó que el de este jueves será el último partido oficial que disputará en nuestro país con la Albiceleste. Puede que el GOAT participe en otros partidos, pero ya no será por los puntos. Messi le cerró la puerta a las eliminatorias para el mundial 2030. Y está bien. Aunque duela ver el ocaso de nuestro máximo ídolo, la decisión era lógica y esperable.
Nos queda Messi para un año -más o menos- y con objetivos en el horizonte: la Finalissima y la Copa del Mundo, que marcaría el final de su etapa en el seleccionado. Para ese momento el astro estará cumpliendo 39 años, pero nadie duda de que dará todo para guiar a sus compañeros hacia una nueva coronación, aún cuando sabemos que estos jugadores ya ganaron todo.
Una puerta se cierra
Aún así sus palabras tras el último partido con el Inter Miami nos duelen. "Va a ser un momento especial y por eso va a estar toda la familia. Será mi último partido en Buenos Aires por los puntos", indicó en entrevista. Nos duele entender que ya no tendremos la chance de pagar una entrada para ir a ver al Diez. A ese 10. Irónicamente, la mayoría de los argentinos nunca pudieron asistir a verlo y muchos otros solo asistieron a verlo en una ocasión, pero caer en que esa puerta ya se cerró no deja de sentirse como un baldazo de agua fría: las entradas para el partido de este jueves entre Argentina y Venezuela ya se agotaron.
Seguramente, cuando finalice el encuentro contra la Vinotinto, bajará una ovación desde las tribunas. Seguramente, veremos al ídolo emocionarse mientras el director de cámara de la transmisión intercala esa imagen con la de los hinchas más llorones. Seguramente nosotros, desde nuestras casas, también soltemos alguna lágrima o -al menos- aguantemos ese nudo en la garganta. Seguramente también existirá luego algún video en Youtube de esa "pre despedida" con la cortina musical de "Por Mil Noches", de Airbag, como ya ocurrió tras la final perdida de 2014.
¿Y luego qué? Messi no se habrá retirado, ni del fútbol, ni de la selección, pero sí se habrá ido de nuestro alcance.
Disfrutemos lo que viene
Veamos el vaso medio lleno. En diciembre conoceremos a los rivales de grupo del próximo mundial que se desarrollará en Estados Unidos, Canadá y México. Nuestro capitán lleva ya unos años jugando en la Major League Soccer, cuyos estadios serán los principales anfitriones del certamen.
En marzo de 2026 tendremos un partidazo: Argentina y España definirán la Finalissima y, aunque la prensa europea se jacta de tener a la mejor selección, en el fondo también saben que con Argentina y Brasil no se jode. En la previa, se avizora un gran juego que además incluiría un condimento extra: Lionel Messi enfrentando a Lamine Yamal, el joven español que anhela ser el próximo rey de este deporte. Todos quieren retar al campeón, aun cuando está al borde del retiro. Son las reglas del juego. De todas maneras Yamal sabe que, aún triunfando en ese duelo, Messi le dejó muy alta la vara si lo que pretende es convertirse en el próximo GOAT.
Por último, si nos despegamos un momento de lo sentimental, tenemos otra motivación: la selección es un equipo joven que ha aprendido a jugar con y sin Messi. Pregúntenle a Brasil sino, que creyó que la ausencia del capitán argentino le iba a favorecer y terminó cayendo 4 a 1 contra la Scaloneta. Hay una larga lista de jugadores que tienen mucho más por darle a nuestra selección. No solo tenemos la "Liga de los Campeones del Mundo", tenemos una industria futbolera de élite, y eso muchas veces no se valora.
Para quienes creen que lo de este jueves será "The Last Dance", están en lo cierto (aunque sea parcialmente), pero no coincido con quienes creen que no volveremos a gravitar en el mapa del fútbol mundial una vez que Messi ya no esté. Somos la cuna de tres leyendas absolutas: Alfredo Di Stefano, Diego Maradona y Lionel Messi; pero también de muchas estrellas que, juntas, brillan tanto o más que cualquier otra selección. A las pruebas me remito: cualquier treintón recuerda esa selección de 2006 comandada por Román Riquelme, Hernán Crespo y Javier Saviola; todos nos ilusionamos con esa selección. No es un caso aislado: cualquier cuarentón recuerda al seleccionado de 1998, que en ese mundial dejó en el camino a Inglaterra, uno de los grandes candidatos, otra selección argentina que entusiasmaba con Gabriel Batistuta, Ariel Ortega y compañía.
Tenemos mucho por qué seguir ilusionándonos y mucho también por qué agradecerle a Messi. Este jueves disfrutemos esa última función en Buenos Aires. También crucemos los dedos de que el retorno de Ángel di María a Rosario Central lo motive a volver a nuestra liga. Quizás no sea el fin después de todo.