La muerte de Karla Robles, de 27 años, el pasado 24 de octubre en Tucumán, abrió un caso que investiga si su exnovio, Diego Zerda, la impulsó al suicidio tras un prolongado historial de amenazas, hostigamiento y violencia de género. La familia de la joven responsabiliza directamente al hombre, quien había sido denunciado por Karla en varias ocasiones.

En las últimas horas, Diego Zerda fue detenido por la Unidad Especializada de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal (MPF), en el marco de la investigación por la muerte de la joven.

Tras la repercusión del caso, se hizo viral en redes sociales la historia de otra mujer que años atrás también fue pareja de Zerda. La joven, que vivió su relación con él entre 2010 y 2011, contó en Facebook la pesadilla que sufrió:

El inicio del calvario

"A esta persona le abrimos las puertas de mi casa, lo llevamos de vacaciones, le dimos techo, comida y hasta ropa. Yo era muy chica... él empezó a quedarse todos los días, solo iba un día a la semana a su casa, y poco a poco dejó de trabajar y estudiar solo para controlarme", recordó.

Según relató, los momentos de violencia comenzaban cuando estaban solos: "Sonaba mi teléfono y corría para agarrarlo primero, una vez me lo reventó contra la pared. Elegía mi ropa, me anuló totalmente... me hacía creer que era gorda, deforme, que nadie me iba a querer con un hijo. Después empezaron los golpes, primero cachetazos, luego puñetazos, patadas y hasta forzarme a tener relaciones sexuales. Aunque le pidiera por favor que no".

Una relación marcada por el control y el miedo

La mujer detalló que Zerda era obsesivo, posesivo y celoso: la hacía cambiar de número constantemente, la perseguía y la intimidaba frente a familiares y amigos. "Yo me encerré por meses, lloraba todo el día, tenía miedo hasta de ir a comprar el pan. Él daba vueltas en moto alrededor de mi departamento solo para que baje", confesó.

Con el tiempo, logró reconstruir su vida y su autoestima: "Hoy puedo decir que ya no tengo miedo. Necesitaba sacar todo esto de adentro porque hay cosas que aún me queman. Espero que mi historia sirva a todas las chicas que están pasando por situaciones similares para tomar valor y denunciar. No estamos solas", concluyó.