Marina Jiménez fue condenada a 10 años por abusar de su nieto y el caso sacude al mundo artístico salteño
La directora del Ballet Salta recibió una pena de una década por abusos cometidos cuando el niño tenía siete años. Su defensa apelará y la Justicia deberá definir si el cumplimiento será efectivo o domiciliario.
Marina Jiménez, reconocida bailarina, maestra y directora del Ballet Salta, fue sentenciada a diez años de prisión tras ser hallada culpable de abusar sexualmente de su propio nieto cuando él tenía siete años. Según la investigación, los hechos ocurrieron en un ámbito familiar y estuvieron atravesados por amenazas y silenciamientos que la víctima recién pudo revelar en su adultez.
La decisión judicial generó un fuerte impacto en el ambiente artístico salteño, donde Jiménez es considerada una figura clave del folclore escénico argentino. El fallo fue confirmado públicamente por Aníbal Jiménez, hijo de la acusada y padre del denunciante, quien expresó: "Se hizo justicia".
A pesar de la condena, la sentencia aún no está firme. El Ballet Salta emitió un comunicado en el que señala que aguardan los fundamentos completos del fallo y remarcan que la directora continúa cumpliendo las obligaciones procesales sin prisión preventiva.
Qué definirá la Justicia y cómo sigue la causa
La defensa anticipó que apelará la decisión, por lo que resta definir si la pena será cumplida en prisión efectiva o bajo la modalidad domiciliaria, algo que la Justicia suele evaluar según la edad y el estado de salud del condenado. Jiménez, de 74 años, podría solicitar arresto domiciliario si la Cámara confirma la sentencia.
El caso tomó fuerza cuando el nieto (hoy mayor de edad) relató en sede judicial los abusos sufridos en su infancia. Su testimonio, respaldado por pericias y otras declaraciones, permitió reconstruir los hechos que derivaron en la condena.
La trayectoria de una figura emblemática del folclore
Marina Tondini de Jiménez es cofundadora del Ballet Salta junto a su esposo, Hugo Jiménez. Desde 1970, la compañía se convirtió en una de las principales embajadoras del folclore escénico argentino, formando a generaciones de bailarines y recorriendo escenarios nacionales e internacionales.
A lo largo de más de cinco décadas, su trabajo fue reconocido por instituciones culturales, incluida la Secretaría de Cultura de Salta, que la homenajeó por su aporte artístico.