En el marco del 42º Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Luis Caputo aseguró que el riesgo país "debería bajar fuertemente" desde los 678 puntos actuales. Sin embargo, el ministro de Economía reconoció que hay factores que aún generan desconfianza: "El riesgo político pesa, sobre todo el temor a un eventual regreso del kirchnerismo", sostuvo.

Caputo también hizo referencia al historial económico argentino: "Tenemos un track record complicado como país", expresó, y remarcó que esa desconfianza influye en los mercados. A pesar de eso, el funcionario se mostró confiado en que los indicadores van a mejorar si se mantiene el rumbo actual.

Optimismo oficial: inflación en baja y un modelo económico sin precedentes

Durante su intervención, el ministro lanzó una frase contundente sobre la inflación: "El IPC va a colapsar, porque estamos haciendo las cosas bien", aseguró. Destacó que el Gobierno no emite pesos desde hace un año y que el Banco Central atraviesa una etapa de fuerte capitalización. Incluso deslizó la posibilidad de una nueva convertibilidad por debajo de los $1.000.

Caputo remarcó que Argentina es uno de los pocos países del mundo con superávit fiscal y se animó a proyectar un crecimiento sostenido: "Podemos crecer 6% o más durante los próximos siete años. El sector privado es clave, los empresarios son los protagonistas de este proceso", afirmó.

En cuanto al régimen cambiario, defendió el esquema de bandas: "No estamos en el modelo tradicional, es algo nuevo. La no intervención es parte de la credibilidad del plan". Además, reveló que el acuerdo con el FMI demoró por cuestiones monetarias y el monto solicitado: "Pedimos más plata de la esperada, y eso alargó las negociaciones".

Reforma laboral, baja de impuestos y un mensaje electoral

Caputo adelantó que el Gobierno planea profundizar su hoja de ruta con más reformas: "Vamos hacia una baja de impuestos, mayor apertura económica y eliminación de regulaciones", enumeró. También mencionó que ya están preparadas iniciativas clave como una reforma laboral, tributaria y previsional.

Sin embargo, el ministro reconoció que hay trabas legislativas: "Algunos sectores no quieren que al país le vaya bien y siguen viendo la política como un negocio". En ese sentido, pidió respaldo social y político: "Necesitamos más apoyo para avanzar más rápido", concluyó.