Los tentáculos de "Pirincho" Jiménez: denuncian una red de poder y favores dentro del Ministerio Público Fiscal

Según un informe brindado en El Avispero, el ministro público fiscal Edmundo "Pirincho" Jiménez habría tejido una compleja estructura de familiares, amigos y aliados políticos en puestos clave de la Justicia tucumana. Se lo acusa de usar la institución para beneficio personal y garantizar impunidad.

Una estructura judicial bajo sospecha

El conductor de El Avispero, Roque Galeano, expuso esta noche un informe que sacudió el tablero político y judicial de Tucumán: detrás del Ministerio Público Fiscal (MPF), afirmó, se esconde una red de vínculos familiares, favores cruzados y designaciones a dedo que giran en torno a un solo nombre: Edmundo "Pirincho" Jiménez, actual jefe de los fiscales de la provincia.

"Este señor, que debería encargarse de buscar justicia, utiliza la estructura del Ministerio Público Fiscal para su beneficio personal", denunció Galeano. Según su investigación, Jiménez -de 81 años y con décadas en el poder judicial- "vive del bolsillo de los tucumanos" y concentra un poder que atraviesa tribunales, despachos y hasta familias enteras.

El informe sostiene que Jiménez no paga impuesto a las ganancias, que controla designaciones estratégicas y que, al momento de jubilarse, accedería al 82% móvil, un privilegio que lo aleja de la realidad que viven miles de jubilados comunes. "No lo elegiste vos. Entró por contactos. Su padrino político fue José Jorge Alperovich, hoy condenado por abuso sexual", recordó Galeano.

Familias enteras dentro del Ministerio Público Fiscal

El informe detalla que los "tentáculos" de Jiménez se extienden a través de familiares directos, parejas, hijos y allegados de fiscales, jueces y empleados judiciales. "No todos los fiscales responden a él -aclaró Galeano-, pero los buenos están asqueados de ver cómo se acomoda gente por vínculos personales".

Entre los nombres mencionados figuran la exfiscal Adriana Giannoni, señalada por presuntos favores hacia Jiménez y con varios de sus hijos y yernos empleados en la Justicia; y Mariana Rivadeneira, apodada "la superfiscal", cuestionada por su actuación en el caso Paola Tacacho. Según lo expuesto, Rivadeneira también estaría vinculada a una red familiar con múltiples integrantes del MPF: choferes, empleados, fiscales y personal administrativo que responderían a su entorno.

"Estamos hablando de al menos entre 800 y 900 personas dentro del Ministerio Público Fiscal bajo la órbita o influencia directa de Jiménez. Una estructura que, en lugar de garantizar justicia, parece proteger intereses", expresó Galeano.

El poder detrás de los nombres

El informe de El Avispero también menciona conexiones con figuras históricas del ámbito judicial tucumano, como Carlos Cataneo, actual superintendente del MPF y exsocio de Jiménez en su estudio jurídico. Su hijo, Guido Cataneo, es juez subrogante y, según la denuncia, mantiene vínculos cercanos con el hijo de "Pirincho".

La pareja e hijos de Jiménez también formarían parte de esta estructura: su hijo, Edmundo Javier Jiménez, y su pareja Lourdes Beltrán, trabajan en áreas administrativas del MPF junto a otros familiares de Beltrán, todos con cargos públicos.

"Los tentáculos de Pirincho son muchos. Esto es apenas una parte de la red de nombres, cargos y favores que se mueve en torno al poder judicial tucumano", afirmó Galeano. "Mientras tanto, las causas se demoran, las víctimas no obtienen respuestas y los tucumanos siguen pagando los sueldos de un sistema que no los defiende".

Una justicia atrapada en su propio laberinto

La investigación de El Avispero vuelve a poner en debate la falta de transparencia e independencia judicial en Tucumán. "Tenemos empleados que denuncian la corrupción desde adentro, porque quieren una justicia sana, pero se enfrentan a un poder enquistado desde hace décadas", remarcó Galeano.

La figura de Edmundo "Pirincho" Jiménez, que lleva años al frente del Ministerio Público Fiscal, emerge una vez más como símbolo del poder judicial más oscuro y corporativo, donde las relaciones personales pesan más que la ley.

"Cuando hablamos de impunidad en Tucumán, hay que mirar ahí. En esos tentáculos que nadie quiere cortar", concluyó el conductor.

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