"Nos matan como moscas": un barrio enfermo denuncia contaminación por PCB en Tucumán
Tras reiteradas explosiones, el barrio Diagonal Norte de Los Pocitos denuncia que un transformador contaminó la zona con PCB. La sustancia, altamente tóxica, está asociada a enfermedades cancerígenas, neurológicas, hepáticas y respiratorias. Habría cerca de 300 personas enfermas.
Dos pasos. Un tumor. Tres pasos más. Autismo. A la vuelta de la manzana, retraso madurativo. A la izquierda, problemas hepáticos. A la derecha, problemas respiratorios. Arriba, un transformador señalado como el culpable. Esta es la descripción que cualquier vecino del barrio Diagonal Norte, ubicado en Los Pocitos, podría realizar cuando abandona su casa para trabajar, visitar a un vecino o hacer las compras en el quiosco barrial.
Desde hace más de una década, los vecinos de este barrio denuncian que un transformador eléctrico contaminó la zona con bifenilo policlorado (PCB), una sustancia altamente tóxica que era utilizada como refrigerante y aislante en distintos dispositivos antes de ser prohibida por la ley 25.670. Esta contaminación se habría ocasionado a partir de reiteradas explosiones del transformador entre 2006 y 2012.
Los reclamos, que se convirtieron en un conflicto judicial, comenzaron con Mirta Abdala, la vecina cuya vereda sostiene el polémico transformador. Los organismos a los que acudió Mirta van desde empresas privadas, como EDET y TRANSNOA, hasta organismos públicos, como el Ente Regulador de Servicios Públicos (ERSEPT), la Municipalidad de Tafí Viejo, Defensa Civil, Defensoría del Pueblo y mucho más. Ninguno de ellos pudo dar una respuesta.
El informe que no se pudo archivar
La situación que atraviesa el barrio Diagonal Norte no se limita únicamente a estos 300 reclamos. La denuncia de Mirta llegó a una instancia judicial bajo la carátula de estrago culposo, que quedó en manos de la Fiscalía Conclusional de Instrucción N° 3 con el número de expediente 56824/2019. Sin embargo, en 2022 la causa fue archivada sin imputados.
Aquel paso sin destino por la Justicia dejó un documento concluyente. En el marco judicial, el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) concluyó que cerca de la mitad de los habitantes de la zona encuestados posee enfermedades comúnmente relacionadas con la contaminación por PCB. Según el Informe de Medio Ambiente N° 01334/2022, firmado el 28 de julio de 2022, el 43,8% de un total de 660 vecinos que participaron del estudio posee trastornos de salud probablemente asociados a los hechos denunciados por Mirta. Es decir, a la contaminación por esta sustancia nociva.
Específicamente, el informe detalló que existen al menos 287 casos que presentan estas enfermedades. 28 son menores de 14 años, 27 poseen entre 15 y 29 años; 98, entre 30 y 59 años; y 89 son mayores de 60 años. El número se completa con una cifra preocupante: 45 casos corresponden a personas que a la fecha de la finalización del informe ya habían fallecido.
Este informe lleva la firma del perito del Departamento de Criminalística del ECIF, Esteban Augusto Aybar Critto. En sus conclusiones, el trabajo reafirma la presencia de al menos 287 casos de personas con trastornos relacionados con el PCB, señala que los datos indican que se estaría ante una violación de los derechos humanos fundamentales y reclama la implementación de proyectos y políticas que tengan el objetivo de reducir gradualmente la contaminación en el barrio.
Además, el documento detalla las consecuencias negativas de esta sustancia. "Los efectos sobre la salud de la exposición a PCBs en los seres humanos y/o animales incluyen alteraciones en hígado, en las tiroides con cambios dérmicos y oculares, con bajo peso al nacer, y pueden producir irritación de nariz y pulmones. Se ha comprobado que causan cáncer, además de trastornos en el sistema inmunológico, reproductivo y nervioso", enumera.
Los reclamos persistentes y las conclusiones profesionales del informe del ECIF aumentan las sospechas sobre la contaminación del barrio. Una última prueba refuerza esta acusación: Mirta viajó a la Universidad de Buenos Aires para realizarse un estudio que terminó confirmando la presencia de PCB en su cuerpo por un valor cinco veces más alto de lo permitido. Frente a un máximo de 0,1%, los estudios arrojaron un 0,5%.
El humo que no deja ver
El escándalo que, como afirma el mismo informe del ECIF, habría violado el derecho a la vida, a la salud y al medioambiente sano de más de 1.000 vecinos, fue ignorado y hasta minimizado por las autoridades pertinentes. En una entrevista brindada a Enterate Play, el interventor del ERSEPT, José Ricardo Ascárate, afirmó que Tucumán fue "la primera provincia en ser declarada libre de PCB". Unos días después, en una rueda de prensa, redobló la apuesta y atacó la investigación periodística. "No hay que inventar problemas para después salir a hacer humo", criticó.
En su defensa, el interventor del ERSEPT alude al plan de erradicación de PCB que implementó Tucumán en el pasado. En junio de 2007, el entonces gobernador José Alperovich informó que el programa ambiental para erradicar esta sustancia se había completado con éxito. En 2008, la Secretaría de Medio Ambiente provincial dio oficialmente por terminado este plan ejecutado por EDET.
Según los archivos periodísticos de la época, de los 5.500 transformadores que EDET tenía en funcionamiento, alrededor de 800 poseían esta sustancia contaminante. Luego del plan de erradicación, el Gobierno provincial declaró a Tucumán como una provincia libre de PCB. El trabajo había culminado con el transporte de los equipos y materiales contaminados hacia el puerto de Buenos Aires, desde donde fueron trasladados a Saint Vulbas, en Francia, para ser incinerados. Si bien la legislación nacional otorgaba plazo hasta 2010, las autoridades tucumanas alardeaban haber cumplido con esta erradicación dos años antes.
Sin embargo, la resolución a la que alude el interventor del ERSEPT para contrarrestar las denuncias de los vecinos de Diagonal Norte no es más que un papel firmado que no responde las preguntas centrales vinculadas al caso: ¿Por qué la mitad de los vecinos del barrio tiene enfermedades vinculadas a la exposición al PCB? ¿Por qué abundan los casos de niños con cáncer, autismo y retraso madurativo? ¿Por qué los vecinos denuncian que el día posterior a una explosión del transformador, los trabajadores de EDET se presentaron en el barrio con trajes especiales anticontaminación? ¿Por qué los estudios realizados por la Universidad de Buenos Aires confirman que Mirta tiene altos niveles de presencia de PCB?
Son estas mismas preguntas las que siguen impulsando el reclamo de Justicia de Mirta. Quien, con la representación de los abogados Patricio Char y Franco Venditti, solicitó recientemente el desarchivo de la causa y la ejecución de una nueva investigación judicial.
Un barrio atravesado por enfermedades
El informe del ECIF precisa un número: casi 300 personas potencialmente afectadas. Detrás de cada una de ellas hay una historia cuyo protagonista principal es el dolor. Como la historia de Noelia, quien tiene dos hijos con enfermedades genéticas y neurológicas; la historia de Natalia, quien tuvo tres hijos prematuros, con autismo y problemas neurológicos; la historia de Patricia, quien posee problemas hepáticos, intestinales y dermatológicos y cuya hermana murió de un cáncer de colón; la historia de Miriam, quien tuvo que ser operada para no quedar ciega y debe realizarse una resonancia cada seis meses para monitorear el crecimiento de su tumor; la historia de Javier, con un hijo con retraso madurativo; o la de Eli, con familiares con cáncer, retraso madurativo, infertilidad y problemas respiratorios.
Todos estos casos, con enfermedades asociadas al PCB, comparten el mismo dato significativo: vivir a menos de 150 metros del transformador de la polémica. Mirta dió el puntapié inicial. Noelia, Natalia, Patricia, Miriam, Javier y Eli la siguieron. Ninguno habla para curarse. Todos hablan para que la historia no se repita.