Los jugadores de Morón terminaron gaseados por la policía tras el partido contra Madryn
Un polémico final y eliminación del Gallo, terminó en un enfrentamiento directo entre los jugadores.
Deportivo Madryn - Morón se jugó en el marco de la vuelta de la semifinal del Reducido de la Primera Nacional por el segundo ascenso a la Liga Profesional. El escándalo se adueñó con una batalla campal entre los jugadores de ambos planteles, lo que resultó en una represión por parte de la policía contra los jugadores del Gallo, con varios de ellos afectados por el uso de gas pimienta.
Terminó el partido y el conflicto escaló sin esperar un segundo, con Gastón González incontrolable buscando a los jugadores del Aurinegro sin poder ser contenido por sus compañeros. Dentro de la gresca generalizada, Germán Rivero, de Madryn, se peleó a golpes de puño con tres jugadores del Gallo a la vez mientras volaba patadas voladoras por todo el campo de juego.
La situación escaló rápidamente con la intervención de la fuerza policial e infantería, que en su afán de separar y lograr que los jugadores del Aurinegro logren meterse en su vestuario, reprimieron a la delegación de Morón que se encontraba dentro del terreno de juego.
Julio Salvá, arquero de Morón, se encontraba en el medio tratando de poner calma, la policía empleó gas pimienta y el guardameta terminó afectado por los efectos, lo mismo le pasó a Ivo Constantino, Juan Manuel Cabrera, Gastón González y Matías Cortave, que terminaron muy afectados al recibir el impacto de lleno en sus ojos.
Quedando tendidos golpeando el césped por el dolor y la impotencia de lo ocurrido en Chubut, al caer en un duelo marcado por las polémicas, donde finalizaron con sus casacas rojiblancas teñidas de naranja por el uso del arma represiva.
"Estas son las cosas que lastiman al fútbol. No tiene que pasar, tiene que ser un partido, que se juegue como tiene que ser y cuando termina ya está. Hay injusticias en la que uno no puede hacer nada, pero esto que pasó después es increíble", exclamó un Juan Manuel Olivares con heridas en su cuello y pierna por la pelea tras el encuentro y su bataola final.
El referí Pablo Echavarría, de cuestionable actuación en el estadio Pablo Sastre, salió escoltado por no menos de quince efectivos, para evitar cualquier cruce con la delegación del Gallo.