Los gobernadores ponen freno a Milei y exigen soluciones al interior
Piden soluciones para el impuesto a los combustibles y mejoras en rutas nacionales.
La contundente derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires dejó más que un mal sabor de boca: expuso un creciente malestar social y político que ya venía gestándose. Mientras el oficialismo anticipaba un final parejo, el resultado terminó marcando más de 13 puntos de diferencia a favor de Fuerza Patria (peronismo/kirchnerismo).
El ausentismo fue alto y reflejó algo más que desinterés: desilusión. En paralelo, el gobierno llegaba golpeado por escándalos como el de la criptomoneda Libra y los audios del exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, que salpicaron a figuras clave del entorno presidencial.
Vetos, paros y una Casa Rosada cada vez más aislada
Lejos de tomar un giro moderado tras la derrota, el presidente Javier Milei decidió redoblar la apuesta. Vetó sin miramientos tres leyes sensibles: el aumento al presupuesto universitario, la llamada "ley Garrahan" de emergencia pediátrica y el reparto de fondos del Tesoro Nacional (ATN).
La respuesta no tardó: universidades y gremios de salud iniciaron paros, convocaron movilizaciones y ya planean una marcha masiva al Congreso. Mientras tanto, el Gobierno insiste en sostener los vetos, tensionando aún más la relación con el Congreso y los gobernadores.
PROVINCIAS UNIDAS: nace un nuevo bloque de poder
Uno de los movimientos más relevantes que dejó esta semana política fue la consolidación del bloque Provincias Unidas (PU), liderado por figuras como Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres y Juan Schiaretti. Este grupo ya dejó en claro que no avalará vetos sin diálogo ni negociaciones concretas.
Desde Río Cuarto, los mandatarios enviaron un mensaje tajante: sin consenso, no habrá fotos en Balcarce 50. También exigen soluciones para el impuesto a los combustibles y mejoras en rutas nacionales que, según denuncian, están en condiciones deplorables.
Aunque Milei logró mostrar una imagen de apoyo con algunos aliados -como Frigerio, Cornejo y Zdero-, incluso ellos se suman al reclamo por los ATN. El consenso es claro: la gobernabilidad no puede construirse solo con decretos.
Entre el futuro del PRO y la incógnita Kicillof
Mauricio Macri, aunque mantuvo un bajo perfil tras la derrota electoral, ya se mueve para recomponer el PRO con la mira puesta en 2027. Si bien su partido hoy es socio clave de Milei, Macri marca distancia: no está dispuesto a acompañar vetos inviables ni a votar a libro cerrado.
Por otro lado, Axel Kicillof enfrenta su propio dilema: romper definitivamente con Cristina Kirchner y liderar una nueva etapa del peronismo o seguir jugando a dos puntas. Su desempeño en octubre podría ser decisivo para definir su rol a futuro.
Milei apuesta todo a octubre
En medio del ruido político y social, el Presidente se mantiene firme en su estrategia. Considera la derrota bonaerense como un traspié menor y apunta a octubre con la confianza de que el electorado lo respaldará nuevamente.
Mientras tanto, intenta calmar las aguas internas entre Karina Milei y Santiago Caputo, al tiempo que continúa desplegando su "motosierra" sin cambios de rumbo.
El desafío ahora es doble: mantener su base electoral movilizada y encontrar alguna forma de construir puentes con un sistema político que, cada vez más, le exige diálogo.