Ante el casancio, estrés, agotamiento, falta de sueño, o simplemente para renovar energía durante el transcurso del día, una opción maravillosa es: tomar una siesta. 

La siesta es ese descanso mínimo (o no) que se hace por lo general después del almuerzo hasta las 17. Sin embargo, dormir en un mal momento del día o demasiado tiempo puede ser contraproducente. 

Los cinco beneficios de la siesta

- Relajación: Al reducir la adenosina, nuestro cuerpo metaboliza parte de esta sustancia, lo que nos ayuda a aumentar nuestros niveles de energía y a sentirnos más alerta y despiertos.

- Menor fatiga: Implica incrementar la energía y disminuye el mal humor. 

-Estado de alerta más intenso: Al dormir una siestita, y tener más energía, estamos más atentos a cualquier imprevisto de la sociedad. 

-Mejora el humor: Resalta la vitalidad y entusiasmo para lo que resta del día. 

-Mejor desempeño, con un tiempo de reacción más rápido y memoria más aguda.