Llega un portaaviones nuclear como parte de la estrategia para fortalecer la alianza de Milei con EE.UU

El portaaviones nuclear USS George Washington, una de las unidades más poderosas de la US Navy, arribará el lunes a las aguas territoriales argentinas.

El jueves y viernes, el buque participará en ejercicios militares con la Armada Argentina, en una operación denominada Passex Gringo-Gaucho II, frente a la costa de Mar del Plata.

Debido a sus enormes dimensiones, el USS George Washington no podrá amarrar en ningún puerto argentino, permaneciendo en aguas jurisdiccionales. Este portaaviones de la clase Nimitz mide 332,8 metros de eslora y 317 metros de línea de flotación, y llegará escoltado por el destructor USS Porter y el buque logístico USNS John Lenthall, con una dotación de 5400 marinos.

El gobierno argentino, en su afán por reforzar la relación bilateral, espera concretar la visita del presidente al portaaviones. Esta visita se sumaría a gestos recientes de cooperación, como la visita de la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, y la compra de 24 aviones caza F-16 a Dinamarca con equipamiento militar estadounidense.

El ministro de Defensa, Luis Petri, y probablemente la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también estarían presentes durante el evento. Según fuentes navales, este adiestramiento permitirá a la Armada Argentina "mejorar la interoperabilidad con otra marina que tiene estándares de la OTAN", y practicar procedimientos de defensa antisuperficie, antiaérea y antisubmarina.

Por parte de Argentina, participarán en las operaciones los destructores ARA La Argentina y ARA Sarandí, las corbetas ARA Espora y ARA Rosales, los patrulleros oceánicos Contraalmirante Cordero, Piedrabuena y Storni, dos helicópteros Sea King H3, un helicóptero Fennec, un avión de exploración B-200 y dos aeronaves Turbo Mentor, con la intervención de aproximadamente 750 marinos.

A bordo del USS George Washington ya navegan dos oficiales navales argentinos: el capitán de fragata Patricio Alisi y el capitán de corbeta Lucas David Murgia, quienes están a cargo del planeamiento y la coordinación de las actividades en aguas argentinas.

Estos ejercicios incluirán comunicaciones tácticas, transferencias aéreas de personal, maniobras tácticas, lanzamiento de aeronaves, aterrizajes de helicópteros, y defensa antiaérea y antisubmarina. Estos ejercicios son una continuación de operaciones conjuntas históricas, con antecedentes desde 1990 con el USS Abraham Lincoln hasta más recientemente con el USS Carl Vinson en 2010.

Santiago Lucero Torres, presidente del Foro Argentino de Defensa, destacó que estos ejercicios reflejan un "mensaje estratégico de alineación con la política norteamericana" y una actualización de procedimientos de aplicación internacional. Además, explicó que los portaaviones como el USS George Washington operan desde bases en las costas del Atlántico y el Pacífico de Estados Unidos, y suelen cruzar el Cabo de Hornos cuando necesitan reparaciones en la costa opuesta, aprovechando estos viajes para realizar ejercicios con armadas amigas.

En términos de capacidad, un portaaviones como el USS George Washington puede proyectar poder significativo, estacionándose a 100 kilómetros de una costa hostil y llevando a cabo operaciones aéreas, navales y submarinas continuas durante varios días o semanas, asegurando la supremacía aérea y naval en la región.

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