León XIV, el papa norteamericano que podría incomodar a Trump y frenar el giro conservador
La elección de Robert Prevost como nuevo papa marca un giro inesperado en el Vaticano: un estadounidense con sensibilidad latinoamericana que podría plantar cara a los populismos de derecha, incluso al propio Trump.
Lo que durante años se creyó improbable finalmente sucedió: la Iglesia Católica eligió por primera vez a un pontífice nacido en Estados Unidos. Robert Prevost, oriundo de Chicago, fue nombrado como el papa número 267 bajo el nombre de León XIV. Aunque su origen pueda sugerir una cercanía con el poder norteamericano, su historia desmiente ese prejuicio. Pasó 18 años en Perú, primero como misionero y luego al frente de una diócesis pobre, forjando un perfil pastoral profundamente comprometido con los sectores marginados.
Prevost pertenece a la orden de los agustinos y sintoniza con la línea reformista de Francisco. Comparte su defensa del medioambiente, su cercanía con los migrantes y su visión de una Iglesia abierta y participativa. Su elección parece continuar, más que interrumpir, el camino iniciado por su antecesor.
Una figura incómoda para la derecha religiosa y política
Si algunos sectores conservadores de la Iglesia, especialmente en Estados Unidos, esperaban un cambio de rumbo tras la salida de Francisco, la elección de León XIV puede haberles resultado decepcionante. Su perfil, lejos de alinearse con las corrientes más tradicionales, podría representar un nuevo obstáculo para quienes resisten las reformas eclesiales.
En el plano político, se anticipan tensiones con el expresidente Donald Trump. El nuevo papa ya ha mostrado su rechazo a políticas como la deportación masiva de migrantes y la construcción de muros fronterizos. Su condición de norteamericano lo coloca en una posición estratégica: sus críticas no podrán ser desestimadas con argumentos de sesgo ideológico o cultural. Será una voz incómoda, pero difícil de ignorar.
Un nombre cargado de simbolismo y un mensaje claro
El nombre que eligió también dice mucho. León XIV evoca a León XIII, el pontífice que a fines del siglo XIX impulsó la Doctrina Social de la Iglesia con la encíclica Rerum Novarum, en la que denunció la explotación de los trabajadores, pero también rechazó el socialismo. En esa tradición, Prevost parece querer reafirmar una postura crítica frente a los excesos del sistema sin caer en extremos.