Las tasas de los plazos fijos se desplomaron 20 puntos desde las elecciones y anticipan crédito más barato
Expertos prevén que la baja se trasladará al costo del crédito y ayudará a reactivar la economía.
La tasa de interés en pesos cayó con fuerza en el inicio de diciembre. Tras los últimos recortes del Banco Central (BCRA), los bancos ajustaron a la baja los rendimientos que pagan a los depositantes y las tasas ya acumulan una caída cercana a 20 puntos respecto del viernes previo a las elecciones legislativas de octubre.
Los plazos fijos minoristas son los más golpeados: la tasa a 30 días pasó de 47% a 28%, y en los bancos de primera línea ya se ofrecen rendimientos por debajo del 25%.
La tasa Tamar -que mide los depósitos superiores a $20 millones- también sufrió un fuerte recorte: cayó del 58,5% previo a las elecciones a menos de 30% esta semana. La combinación de esta baja junto al límite a las cauciones impactó en los fondos comunes de inversión y en las billeteras virtuales, que también ajustaron rendimiento a la baja.
Analistas señalan que, además de las decisiones del BCRA, hubo un giro favorable en las expectativas del mercado. Según Gonzalo Lacunza, economista de Empiria, "las expectativas se han vuelto más optimistas respecto al tipo de cambio y la inflación", y la continuidad del esquema de bandas cambiarias redujo la depreciación esperada del peso.
Crédito más accesible: cómo reaccionan los préstamos con la nueva tasa
La baja de tasas abre una ventana para la recuperación del crédito. Desde GMA Capital aseguran que el descenso del costo del dinero no solo facilita la demanda de préstamos, sino que también ayuda a contener la morosidad, que había marcado niveles preocupantes en los últimos meses.
Las líneas de financiamiento a corto plazo ya muestran señales de alivio: los adelantos en cuenta corriente que pagan las empresas bajaron de 86,5% a 32,6%. En cambio, los préstamos personales comprimieron menos de 10 puntos y pasaron de 84% a 75%, por lo que los economistas esperan una aceleración en la baja para impulsar el crédito a familias.
Para Lacunza, el mayor beneficio no solo está en el recorte, sino en la estabilidad: "La volatilidad en las tasas puede complicar más a las empresas que un nivel alto pero estable", sostuvo. También advirtió que el proceso deberá ser gradual para evitar tasas reales negativas que desincentiven los depósitos en pesos.
Pese a la cautela, el consenso es que el crédito tiene margen para seguir creciendo. La combinación de menor incertidumbre, tasas más bajas y expectativas más alineadas podría generar un escenario favorable para el consumo y la inversión durante los próximos meses.