"No podemos perder nuestra memoria": cómo participar de la remodelación de la Confitería del Lago

El municipio capitalino invita a profesionales de todo el país a participar en una convocatoria abierta de ideas para revalorizar uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. La propuesta busca recuperar la memoria colectiva y promover la participación ciudada

El municipio de San Miguel de Tucumán presentó el "Concurso Hiperbólico", una iniciativa nacional destinada a repensar y rediseñar la histórica Confitería del Lago. Gabriel Lemme, director de Comunicación no Tradicional, explicó a Enterate Play que el objetivo es revivir un espacio que forma parte de la identidad y la memoria colectiva de los tucumanos.

"No podemos perder nuestros espacios comunes, esos lugares que nos dieron alegría y que hoy tenemos la responsabilidad de volver a poner en valor", señaló Lemme, 

Un ejercicio de democracia creativa

El funcionario subrayó que el concurso no solo busca ideas arquitectónicas, sino también fomentar una nueva forma de trabajo colaborativo dentro de la gestión municipal.

"Estamos haciendo un ejercicio de democracia. Queremos que el ciudadano sea el centro, y eso solo se logra abriendo espacios de participación reales", afirmó.

La propuesta está abierta a profesionales de todo el país, no solo arquitectos, sino a todas las personas que puedan imaginar y representar un nuevo diseño para la confitería.

Cómo participar del concurso

La inscripción es completamente digital y sencilla. Los interesados pueden acceder a través del sitio web oficial de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, donde encontrarán un formulario de Google con las bases, condiciones y requerimientos técnicos.

El plazo para enviar las propuestas vence el 3 de diciembre. Luego, un jurado seleccionará las tres mejores ideas, y finalmente será la ciudadanía, a través de las redes sociales municipales, quien definirá el orden de mérito.

Una invitación a imaginar juntos

Con el "Concurso Hiperbólico", el municipio busca no solo embellecer la zona del lago, sino también reconstruir el vínculo entre la ciudad y sus vecinos. Una oportunidad para que el diseño, la memoria y la participación se encuentren en un mismo espacio.

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