La Asamblea Legislativa no terminó como esperaba Javier Milei. Mientras el Presidente se disponía a cerrar su discurso con sus frases habituales, Victoria Villarruel, titular del Senado, dio por concluida la sesión. "No terminé. Digo, no te apures", le recriminó Milei en un tono molesto, en un intercambio que quedó registrado en la transmisión oficial.

El gesto de la vicepresidenta no pasó desapercibido y avivó las tensiones que arrastran desde hace meses. Según fuentes cercanas al mandatario, "la relación está rota y no hay vuelta atrás". La situación quedó aún más expuesta cuando Villarruel no fue invitada a la cena en la Casa Rosada, a la que sí asistió Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.

Cruces y acusaciones tras el incómodo momento

El entorno de Milei no tardó en reaccionar. La diputada Lilia Lemoine acusó a Villarruel de obstaculizar el desarrollo del acto, asegurando que "se cruzó frente a la cámara" y generó confusión. "La Vicepresidenta se coló y entorpeció todo", publicó en sus redes sociales, reforzando la versión de que el gesto fue intencional.

Por su parte, allegados a Villarruel rechazaron las acusaciones y responsabilizaron al equipo de comunicación presidencial por la desorganización. "Hubo una pausa larga y pensó que Milei había terminado", explicaron, subrayando que no hubo mala intención y que incluso le pidió disculpas al mandatario.

Una relación que no tiene retorno

Este nuevo episodio marca un quiebre definitivo entre Milei y Villarruel, cuya relación se ha deteriorado desde el inicio de la gestión. Las diferencias entre ambos quedaron expuestas en temas clave como la designación del juez Ariel Lijo en la Corte Suprema y la visita de Villarruel a María Estela Martínez de Perón, calificada como "un error" por el propio Presidente.

Aunque desde el entorno de la vicepresidenta insisten en que se trató de un malentendido, el círculo más cercano a Milei sostiene que la distancia es irreparable. La apertura de sesiones no solo exhibió la fractura interna del Gobierno, sino que también dejó en claro que la relación entre el Presidente y su vice está más tensa que nunca.