La nueva UTE del Peronismo y la polarización que no será
El peronismo tucumano cerró filas entre Jaldo y Manzur para octubre, mientras la oposición se fragmenta y Sánchez gana protagonismo tras la baja de Catalán. La Boleta Única y la disputa hacia 2027 marcan una campaña sin la polarización esperada con La Libertad Avanza.
El peronismo tucumano, por necesidad y urgencia, ha decretado su unidad. Una unidad que se estructuró como si fuera una UTE (Unión Transitoria de Empresas), en la cual la empresa de Juan Manzur se integró, al menos hasta fines de octubre, a la de Osvaldo Jaldo. Aunque para muchos fue sorpresiva tanto la incorporación de Juan Manzur como la de Miguel Acevedo en la nómina de suplentes, y gran parte de la dirigencia crea que las listas se afinaron en los últimos días, hay quienes entienden que el trazo grueso de este nuevo acuerdo empezó a delinearse el 9 de julio, cuando Manzur llenó el espacio que había dejado el Presidente Javier Milei, en los festejos por el nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia. Incluso en esta historia, ese día aparece como una fecha clave en la cual el mandatario provincial comenzó a tomar distancia del Gobierno Nacional y empezar a marcar sus diferencias con la gestión libertaria. Diferencias que al menos discursivamente, serán sobredimensionadas a medida que pasen los días de esta campaña en la que el peronismo trabajará como siempre, apostando a aceitar los engranajes de su maquinaria, que vaya a saber cómo funcionarán con la implementación de la Boleta Única de Papel. En el PJ se jactan de haber puesto toda la carne al asador mientras que en la oposición (a juzgar por su atomización y sus listas presentadas) da la sensación de que apuestan a ofrecerle al electorado un banquete más austero y un menú alternativo. LA OPOSICION Y EL RECALCULO DE SANCHEZ De repente, tras la oficialización de la nómina de candidatos que postulará La Libertad Avanza en Tucumán, la figura de Roberto Sánchez se recotiza en alza.
Aunque en "Unidos por Tucumán" se integren casi todos los históricos opositores provinciales no cooptados por el oficialismo provincial, en el frente sanchista ya festejan la declinación de la candidatura electoral de Lisandro Catalán. Es que en este espacio los dirigentes no se congregaron tanto por la necesidad de contribuir a que Sánchez renueve su banca, sino que se aglutinaron principalmente por el temor a que se diluya hacia 2027 el capital político del Sánchez que en 2023 le sirvió a varios legisladores de la oposición provincial para conseguir sus bancas. ¿Podría el acople de la UCR que lideraban Elías de Pérez y Canelada ser el más votado en Capital sin Sánchez en la boleta? La respuesta es contrafáctica, pero también es un no rotundo.
2027 YA SE JUEGA EN EL ARMADO DE LISTAS
Tanto en el peronismo como en la oposición, en el armado de listas se juega la elección provincial de 2027. En el caso del PJ la única y última vez que Manzur fue de primer suplente fue en el marco de la interna de 2021, cuando el ex gobernador proyectó el paso que daría cuando deje el sillón de Lucas Córdoba en 2023. Por el lado de Sánchez, nada hace suponer que el concepcionense no esté pensando en volver a pugnar por la intendencia en la que dejó a su sucesor cuando decidió asumir el costo de no ser testimonial y marcharse al Congreso, también en 2021. EL FUTURO DE LLA TUCUMANPor fuera del Frente Tucumán Primero y Unidos por Tucumán, el resto de los partidos llegan sin demasiadas expectativas a octubre. La Libertad Avanza es una incógnita en cuanto a lo que representa como sello electoral en Tucumán.Hasta antes de la oficialización de candidaturas, las encuestas hablaban de una paridad entre el PJ y LLA. Sin embargo, con la inclusión de Jaldo como testimonial cabeza de lista y la declinación de la candidatura de Catalán, difícilmente se pueda proyectar una polarización entre ambas fuerzas.En el peronismo ya encendieron el fuego y prepararon la mesa. Habrá que esperar el test electoral para ver si la caída del consumo de carne incide o no; o si tiene correlato, o no, con la demanda electoral de un electorado tucumano que hoy más que nunca sabe que las vaquitas le son ajenas.