Los jefes del Comando Vermelho habrían sido alertados del operativo en Río de Janeiro cuatro horas antes

Un documento revela que los jefes del Comando Vermelho conocían cuatro horas antes el plan policial en las favelas del Alemão y la Penha, lo que habría facilitado la resistencia que terminó con más de cien muertos.

Según un informe al que accedió Folha de S.Paulo, las fuerzas de seguridad descubrieron que los líderes del Comando Vermelho tenían conocimiento del operativo antinarco en Río de Janeiro cuatro horas antes de su inicio. La filtración permitió a los criminales organizar su resistencia en las favelas del Alemão y de la Penha, donde se registraron los enfrentamientos más letales en la historia reciente del estado.

Se estima que alrededor de la una de la madrugada, un grupo de unos 20 hombres en motocicletas se enfrentó con policías en Del Castilho, uno de los accesos a las comunidades. Dos de ellos murieron baleados y fueron identificados como jefes de la facción criminal Espíritu Santo, quienes admitieron haber huido al enterarse de la operación inminente.

Operativo policial: cifras y despliegue histórico

A pesar de la filtración, el operativo comenzó oficialmente a las seis de la mañana, con la participación de 2.500 agentes. El saldo final fue de 121 muertos y 81 detenidos, incluyendo varios miembros del Comando Vermelho, y cuatro policías:

Rodrigo Velloso Cabral, Policía Civil

Marcus Vinícius Cardoso de Carvalho, Policía Civil

Heber Carvalho da Fonseca, Sargento del BOPE

Cleiton Serafim Gonçalves, Sargento del BOPE

El secretario de la Policía Militar, coronel Marcelo Menezes, explicó que el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) formó un "muro humano" para cercar a los sospechosos en la Serra da Misericórdia, zona de difícil acceso utilizada por los traficantes.

Consecuencias y denuncias de violencia

El operativo desató una crisis de seguridad y cuestionamientos públicos. Organizaciones de derechos humanos denunciaron ejecuciones extrajudiciales, mientras que el Tercer Comando Puro aprovechó la intervención policial para eliminar rivales del Comando Vermelho. Calles de las favelas quedaron llenas de víctimas, y familiares se acercaron a reconocer a los fallecidos.

El gobierno de Cláudio Castro admitió que la cifra inicial de víctimas era inferior al saldo real. La Secretaría de Seguridad Pública aún no respondió sobre la filtración que, según los investigadores, pudo haber comprometido toda la operación.

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