El gobernador Osvaldo Jaldo ordenó a toda la plana mayor de la Policía de Tucumán presentar informes urgentes tras conocerse que un comisario habría utilizado personal de la fuerza -e incluso detenidos- para construir una vivienda privada en El Cadillal.

Durante una reunión de urgencia en Casa de Gobierno, Jaldo se mostró visiblemente molesto y dejó en claro que revisará personalmente cada informe antes de definir posibles sanciones. 

"Se puede remover desde un comisario general hasta un agente", advirtió el jefe de Policía, Joaquín Girvau.

Sin permitir intervenciones, el gobernador reprochó a los presentes su "profunda desilusión" por el accionar atribuido a los comisarios Gustavo Beltrán y Sergio Juárez. "Nunca recibieron tanto respaldo político, y esta es la respuesta. Echaron por tierra todo lo bueno que se estaba logrando", habría dicho.

Jaldo pidió un informe detallado con estadísticas de gestión y nombres de los responsables de cada área. Aún no comunicó qué medidas tomará con esa información ni cuándo dará una devolución.

Investigación y depuración interna

El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, reconoció que el caso "es un golpe duro", pero sostuvo que demuestra la firmeza del proceso de depuración. "Nadie está por encima de la ley. El plan de seguridad sigue dando resultados, y el operativo Lapacho es una muestra de ello", afirmó.

Por su parte, Girvau calificó el hecho como "una actitud de sinvergüenza" y confirmó que hay 13 efectivos bajo investigación y tres sumarios administrativos abiertos. "Todo quedará a disposición de la Justicia. Defraudaron a la institución y al uniforme", declaró.

El jefe policial anunció que se revisarán todas las jefaturas regionales y departamentales para evaluar el desempeño de los responsables. "Estos hechos tiran por la borda años de esfuerzo y manchan el uniforme de quienes cumplen su deber con honestidad", concluyó.