Israel e Irán frenan el fuego cruzado tras presión de Trump y crece la expectativa por la paz
Una jornada tensa y caótica culminó con un cese de hostilidades entre Israel e Irán, tras una fuerte intervención del presidente de EE.UU., que ahora se posiciona como árbitro en Medio Oriente.
El martes comenzó con el eco de las sirenas antiaéreas y la incertidumbre de una población ya agotada por casi dos semanas de ataques. Israel amaneció una vez más bajo fuego, luego de que Irán lanzara una nueva andanada de misiles, entre ellos un Ghader de 400 kilos que impactó en Beersheba y dejó cuatro muertos. La escalada amenazaba con romper definitivamente la tregua, hasta que una voz externa volvió a imponer su peso: la de Donald Trump.
El presidente estadounidense, tras haber bombardeado instalaciones nucleares iraníes el fin de semana, se posicionó como figura central en la negociación y presionó públicamente a Israel para evitar represalias. "ISRAEL. NO LANCES ESAS BOMBAS", escribió en mayúsculas desde su red Truth Social. El mensaje surtió efecto.
Trump impone su tregua y Netanyahu da marcha atrás
Horas después del llamado directo de Trump a Benjamin Netanyahu, Israel suspendió un ataque de gran escala que tenía previsto lanzar como respuesta. El gobierno israelí informó que solo se limitó a atacar un radar iraní, y que no avanzaría más allá. Fue un gesto de contención inusual, condicionado por la advertencia estadounidense: si cruzaban el límite, se cortarían los suministros armamentísticos.
El resultado fue un alivio casi inmediato. El ejército israelí anunció el levantamiento paulatino de las restricciones de emergencia, la reapertura del aeropuerto de Tel Aviv y el regreso gradual a clases. En tanto, Irán también proclamó el fin de lo que denominó una "guerra impuesta" de doce días, celebrando su resistencia.
Trump, por su parte, se atribuyó la resolución del conflicto: "¡Fue un gran honor destruir las instalaciones nucleares y detener la guerra!". En Washington, ya se especula con que su objetivo es el Nobel de la Paz.
El conflicto en Gaza vuelve al centro y crece la presión por los rehenes
Con el foco puesto en el cese de hostilidades entre Irán e Israel, volvió al debate público otro frente abierto: Gaza. Allí, la guerra se extiende desde hace más de 600 días y la situación humanitaria es crítica. Familiares de rehenes y organizaciones humanitarias aprovecharon la tregua para reclamar la reanudación de las negociaciones.
En paralelo, se confirmó que Qatar mediará en un nuevo intento de diálogo entre Israel y Hamas en las próximas 48 horas. El presidente israelí Isaac Herzog, durante una visita a Beersheba, fue enfático: "Debemos traer a nuestros rehenes de vuelta. Es momento de pensar en el futuro".
Mientras tanto, en las calles de Jerusalén y Tel Aviv, donde el silencio y la desolación dominaron por días, empezaba a respirarse un aire distinto. La esperanza de que la pausa sea duradera convive con la desconfianza acumulada. Y aunque nadie espera milagros, el freno al fuego cruzado permite, al menos por ahora, imaginar otro horizonte.