Incendio en Ezeiza: declararon siete testigos y crece la sospecha sobre una fuga química

La fiscalía investiga si un derrame de sustancias peligrosas fue el detonante del fuego y la explosión que devastaron el parque industrial de Spegazzini.

La Justicia avanza para esclarecer el origen del incendio y la explosión que destruyeron parte del parque industrial de Ezeiza. La fiscal Florencia Belloc, titular de la UFI 1, tomó declaración a siete testigos y analiza si una fuga detectada horas antes del siniestro pudo haber sido el disparador de la tragedia.

 La hipótesis central: un derrame de químicos altamente peligrosos

Según fuentes judiciales, el día del incendio se reportó un derrame en uno de los depósitos, donde había sustancias oxidantes, corrosivas, tóxicas y garrafas de gas butano. Brigadistas y bomberos declararon que al llegar vieron llamas en el piso, compatibles con la presencia de un líquido inflamable que se habría desplazado a lo largo del suelo.

Esa descripción alimenta la principal hipótesis: la fuga podría haber iniciado el fuego que luego derivó en la explosión que sacudió el parque industrial Carlos Spegazzini.

Con el avance de las tareas de los bomberos y el control de gran parte del fuego -aunque aún quedan zonas calientes-, los peritos ingresaron al predio para determinar el punto exacto de inicio del siniestro. Analizarán patrones de daño térmico, ventilación del galpón y restos de productos químicos que permitan detectar si hubo acelerantes.

Las cámaras de seguridad y el riesgo ambiental bajo análisis

Otra línea clave de investigación es determinar si las imágenes de las cámaras del depósito quedaron almacenadas en la nube. Ese material podría reconstruir los minutos previos al estallido.

Al mismo tiempo, la Policía Ecológica bonaerense analiza el recorrido del agua utilizada por los bomberos, ante la posibilidad de que haya quedado contaminada con residuos químicos.

La empresa Logischem S.A., dueña del depósito donde se originó el incidente, almacenaba compuestos altamente reactivos como fósforo sólido, cianuro, hidrosulfito de sodio y aluminio en polvo. La fiscalía ahora debe evaluar si se cumplían las medidas de seguridad exigidas para manipular estos materiales y si hubo negligencia o irregularidades. Tampoco descartan una posible acción intencional, aunque aún no hay indicios firmes.

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