Histórico hallazgo en Santa Fe: incautan 482 kilos de cocaína en un buque cerealero proveniente de Emiratos Árabes
Hallaron 482 kilos de cocaína en un buque cerealero que partió de Emiratos Árabes y tenía como destino Ámsterdam. La denuncia de la UIF y la alerta del capitán fueron claves.
Un operativo sin precedentes tuvo lugar en el puerto santafesino de San Lorenzo, donde las autoridades hallaron 482 kilos de cocaína de máxima pureza ocultos en un buque cerealero que partió desde Emiratos Árabes y tenía como destino final la ciudad de Ámsterdam, con escala en Montevideo. El descubrimiento se dio tras una denuncia clave de la Unidad de Información Financiera (UIF).
La denuncia y el rol del capitán
La embarcación, identificada como "MV Ceci" y de bandera de Islas Marshall, transportaba 46 mil toneladas de pallets de girasol y se encontraba cargando soja en la terminal de Vicentín. Fue el propio capitán quien alertó sobre la presencia de paquetes sospechosos dentro de las cámaras frigoríficas y los vestidores del barco. Tras dar aviso al armador y a un estudio jurídico local, la información llegó a la UIF, que presentó la denuncia en la Fiscalía Federal de San Lorenzo, a cargo de Claudio Kishimoto.
Desde la madrugada del miércoles se desplegaron operativos en el muelle, que culminaron con el hallazgo de 16 paquetes sospechosos en refrigeradores del buque. En uno de ellos se encontraron 80 kilos de cocaína, lo que encendió todas las alertas.
La cocaína llevaba marcas narco y estaban listos para lanzarlos al agua
Durante la inspección, las fuerzas federales -entre ellas Prefectura Naval y la Dirección General de Aduanas- hallaron ladrillos de cocaína embalados con papel film y bolsas impermeables. Cada uno tenía marcas distintivas: algunos estampados con el nombre "Your name" y una corona en bajorrelieve, símbolos que, según los investigadores, identifican el sello del clan narco responsable del cargamento.
Además de la droga, se encontraron flotadores, boyas y rastreadores satelitales, lo que lleva a sospechar que los paquetes estaban listos para ser arrojados al agua para su posterior recogida por parte de una organización criminal.
Desde la UIF calificaron el operativo como "histórico" y el más importante realizado hasta ahora en una vía fluvial del país. La tripulación, integrada por 21 ciudadanos filipinos, quedó bajo investigación.