Histórico cara a cara en Alaska: Trump y Putin acercan posiciones sobre Ucrania
El presidente de Estados Unidos y el líder ruso mantuvieron su primer encuentro en seis años para abordar la guerra en Ucrania. Aunque no hubo acuerdo, Trump habló de "avances" y Putin lanzó un inesperado guiño para la próxima reunión.
Una cumbre que paralizó al mundo
En un clima cargado de expectativas, Donald Trump y Vladimir Putin se reunieron este viernes en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska. Fue la primera vez que el mandatario ruso pisó suelo occidental desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022, un conflicto que ya dejó decenas de miles de muertos y que, en los últimos días, volvió a inclinarse a favor de Moscú.
El encuentro, que se extendió por tres horas, no incluyó al presidente ucraniano Volodimir Zelensky, quien ya rechazó cualquier presión para ceder territorios. Pese a la ausencia de un acuerdo formal, Trump aseguró que "quedan muy pocos temas sin resolver" y adelantó que planea una futura cumbre tripartita con Kiev para definir el mapa de las zonas en disputa, una propuesta que genera recelo en Europa.
Dos líderes, objetivos distintos
Trump busca presentarse como el gran mediador que logre un alto el fuego, mientras Putin apunta a reducir el impacto de las sanciones occidentales y ganar tiempo en el frente de batalla. "Fue una reunión muy productiva, llegamos a acuerdos en muchos puntos, pero no en todos", afirmó el presidente estadounidense.
El líder ruso, por su parte, pidió a Ucrania y a las capitales europeas "no crear obstáculos" y consideró que "todo lo que sucede en Ucrania es una tragedia para nosotros". Además, sorprendió al invitar a Trump a Moscú para la próxima cumbre, una propuesta que el republicano calificó de "interesante" aunque "muy controvertida".
Gesto simbólico antes de partir
Antes de abandonar Alaska, Putin depositó flores en las tumbas de soldados soviéticos caídos durante la Segunda Guerra Mundial, en un homenaje cargado de simbolismo histórico. Trump, en tanto, subió al Air Force One rumbo a Washington, con la promesa de mantener contactos inmediatos con la OTAN, Zelensky y otros líderes internacionales para informar sobre lo tratado en Alaska.