Se define el futuro de Guillermo Francos en la Rosada
El jefe de Gabinete se mantiene en silencio y evita mostrarse públicamente mientras aguarda una conversación clave con el presidente.
En un clima de tensión interna y con los movimientos del tablero libertario en marcha, Guillermo Francos atraviesa horas de incertidumbre. El jefe de Gabinete se replegó a la espera de una charla con Javier Milei que definirá su continuidad, en medio del visible fortalecimiento de Santiago Caputo, el principal asesor presidencial.
Mientras tanto, la designación de Pablo Quirno -un hombre de Luis "Toto" Caputo- como nuevo canciller reordenó el mapa interno y fue interpretada como una señal del rumbo que Milei pretende para la segunda mitad de su mandato.
Desde el entorno del ministro coordinador aseguran que "Guillermo no está hablando con nadie" y que esperará la decisión del presidente antes de definir su futuro.
El avance del consultor y estratega Santiago Caputo dentro del esquema de poder de la Casa Rosada encendió alertas en el equipo político de Milei. Según fuentes oficiales, el asesor amplió su influencia en áreas sensibles como la SIDE, la ex-AFIP y los organismos de control, además de participar de las gestiones financieras con Estados Unidos. Francos, en cambio, fue perdiendo espacio y peso en la toma de decisiones. Su estilo dialoguista y su búsqueda de acuerdos contrastan con el tono combativo de Las Fuerzas del Cielo, el núcleo que responde al círculo más duro del presidente.
En el entorno de Mauricio Macri también se registró malestar: la promoción de figuras ligadas a Caputo y el cierre del gabinete hacia dentro del oficialismo complican las chances de ampliar la base de apoyo en el Congreso tras las elecciones.
Entre la lealtad y el hartazgo: ¿qué hará Francos?
Cerca del jefe de Gabinete admiten que atraviesa un momento de "cansancio y decepción". No descartan que, si después de la reunión con Milei no se siente respaldado, opte por dar un paso al costado. Francos fue uno de los pocos funcionarios que promovió el diálogo con Macri y que intentó tender puentes con el PRO, una tarea que hoy parece estancada.
La creciente gravitación de Caputo -reforzada por el rescate financiero gestionado con el apoyo de Donald Trump- lo dejó fuera del centro de la escena, y su influencia en la gestión quedó limitada.
En paralelo, Milei deberá resolver qué hará con otros ministerios en crisis y si mantendrá a Lisandro Catalán en Interior, una definición que dependerá en buena parte del futuro de Francos.
La tensión entre el ala política y el núcleo tecnocrático del Gobierno anticipa una reestructuración profunda tras las elecciones. En ese rediseño, Caputo aparece como el gran ganador. Y Francos, que alguna vez fue el nexo entre Milei y el sistema político, hoy espera en silencio una definición que podría marcar el inicio de una nueva etapa o su salida del Ejecutivo.