Grave complicación en la salud de Pablo Grillo: volverá a ser operado del cerebro
El fotógrafo herido en una marcha frente al Congreso regresó a terapia intensiva por un cuadro de hidrocefalia. Sus familiares piden cadenas de oración.
Pablo Grillo, el reportero gráfico herido el pasado 12 de marzo tras recibir el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno durante una manifestación de jubilados, volvió a ingresar a terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía. Según el último parte médico difundido por sus familiares, padece un cuadro de hidrocefalia que requiere una operación urgente en el cerebro.
A través de su cuenta en X, la familia comunicó que tras haberse controlado las fístulas por donde perdía líquido cefalorraquídeo, los médicos detectaron esta nueva complicación neurológica. "Deberá ser intervenido quirúrgicamente a la brevedad", señalaron.
Una recuperación que se vio interrumpida
Grillo había mostrado signos de recuperación en las últimas semanas: caminaba, escribía e incluso había salido a tomar sol en la terraza del hospital. Su alta médica estaba prevista para el 13 de mayo, con posterior traslado al centro de rehabilitación Manuel Rocca. Sin embargo, un día antes se detectó la pérdida de líquido cefalorraquídeo, lo que derivó en una primera cirugía.
A pesar de esa intervención, el cuadro se agravó y este lunes los médicos decidieron llevarlo nuevamente al quirófano para intentar frenar las consecuencias del traumatismo craneoencefálico.
Denuncias y reclamos por el ataque
El fotógrafo fue herido mientras trabajaba de manera independiente en la cobertura de una protesta frente al Congreso. Un cartucho disparado por la Gendarmería lo impactó en la cabeza, provocándole una fractura de cráneo.
El gendarme señalado por el disparo es Héctor Guerrero. La familia de Grillo responsabilizó directamente al Gobierno: "Mandaron a matar a los periodistas", afirmó su padre, acusando tanto al presidente Javier Milei como a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) exigió la "renuncia indeclinable" de la ministra y denunció un patrón de represión sistemática hacia trabajadores de prensa.